¿Quién no ha soñado despierto alguna vez con un amor que dure para toda la vida? Siempre me he preguntado cómo lo logran, pero hay parejas que lo hacen, existen. De hecho, hay unas realmente admirables que, contra cualquier tormenta que pueda sobrevenir mantienen a flote su compromiso a pesar de los años y de las diferencias.
Afrontan desafíos armados de un apoyo mutuo, ese que es siempre indispensable y son el ejemplo más claro de que el amor para toda la vida no solo existe, sino que es posible.
Ken Benbow, de 94 años de edad es un veterano de guerra que sabe que cuando se ama a alguien con locura, ese amor trasciende incluso las fronteras de la muerte.
Luego de perder lo que más quería, su esposa Ada, con quien estuvo casado durante más de 70 años, no pudo contener las lágrimas cuando volvió a ver una fotografía de ella estampada en una almohada y, en medio del llanto, la volvió a abrazar con la misma intensidad con que solía hacerlo cada día cuando ella vivía.
Su cuidadora, Kia Mariah Tobin, quien se encarga del ancianito en un hogar de retiro en Thistleton Lodge, en Reino Unido fue la artífice del regalo, a sabiendas de que este detalle le encantaría. Y es que, debido a que este veterano es una de las personas de más alto riesgo de contagio por Covid-19, se encuentra aislado y triste.
“Sabemos que nuestros residentes están extrañando a sus seres queridos en este momento, pero no olvidemos a aquellos que lamentablemente ya no están aquí con nosotros. Hoy, una mujer perteneciente a nuestro personal, le dio a Ken una almohada con su amada esposa, a quien también cuidamos”, escribió Thistleton Lodge en las redes sociales
El tierno momento fue captado en imágenes y compartido a través de la Web, generando miles de muestras de solidaridad y afecto por parte de los internautas que vieron el video.
“Me rompió el corazón cuando me dejó, pero ahora la tengo todas las noches en mis brazos”, comentó tiernamente el venerable abuelito.
Ken describió a su esposa como el ser más maravilloso y cariñoso que tuvo la dicha de conocer. No en vano permanecieron juntos durante 71 años, amándose como desde que eran casi unos adolescentes. Ada murió algunos meses antes de cumplir 93 años.
Según dijo Ken, cuando recibió el cojín con el rostro de su amor estampado en él, fue lo mejor. Lo más precioso que este amantísimo y fiel nonagenario podría haber deseado.
La foto de Ada permanece como una reliquia en un marco de vidrio junto a su cama y él le habla todas las noches y le cuenta cómo le va. Luego va y se duerme a su lado dándole un buen apretón. Ahora podrá estar con Ada por lo que le reste de vida, así sea con su fotografía.
La resiliencia en la pareja no es una píldora que pueda tomarse, ni un remedio para aliviar el dolor de las parejas en crisis. Es el resultado de un compromiso genuino y continuo, basado en el respeto mutuo y en la toma de conciencia de que estar juntos es una opción que debe renovarse cada día.
Amar es tocar el infinito y, al mismo tiempo, descubrir que los brazos jamás lo alcanzan por más que se extiendan. Aunque el amor eterno siempre prevalece aunque uno de los dos esté en el cielo. Comparte esta bella historia de amor con tu pareja y con tus seres queridos.