A muchos nos ha pasado que nos sentimos avergonzados tras enviar, por error, un mensaje al destinatario equivocado, y eso fue lo que le pasó a Jessica Courtney, de Bognor Regis, West Sussex.
Esta joven de 22 años, quien se estaba estrenado como madre, reveló que estaba muy mortificada después de enviar accidentalmente un mensaje muy personal al repartidor de su localidad.
El mensaje de texto era para su médico de cabecera y no para Stuart Mitchell, de 34 años y conductor del reparto de Hermes, quien respondió las inquietudes de Jessica con algunas recomendaciones.
Jessica pensó que le había enviado a su doctora el mensaje sobre el sangrado posparto por el que estaba atravesando.
Lo que nunca imaginó Jessica es que el mensaje que había escrito con tanto detalle sobre lo que le estaba pasando lo recibiría su conductor de reparto de Hermes.
“Solo quería hacerte una pregunta, desde que tuve al bebé he notado que mi sangrado es un poco más espeso en los últimos dos días.
¿Podría ser un período ya o debería estar preocupada?”, decía el mensaje de Jessica.
Stuart, quien actualmente trabaja como chef y es de Chichester, respondió al mensaje, que evidentemente no era para él.
“No soy médico. Soy Stuart, tu repartidor de Hermes. Si te preocupa tu situación ve a la farmacia o consulta a tu médico de cabecera”, respondió Stuart.
Avergonzada, Jessica se apresuró a enviar un mensaje de disculpa a Stuart, agradeciendo su respuesta «amable y profesional».
“Esto es tan vergonzoso. Lo siento jajaja”, le escribió Jessica.
El ex-conductor de reparto admitió que le respondió a Jessica porque no quería dejarla entendiendo con un asunto claramente personal.
“¡Te aseguro que es la primera vez que alguien me hace esa pregunta!”, respondió Stuart.
Jessica dijo que cuando levantó su teléfono y se dio cuenta de lo que decía y de quién era la respuesta se horrorizó.
“Literalmente solo quería morir», dijo Jessica.
El incidente pasó en enero del año pasado, pero recientemente compartió su error después de que apareciera en los recuerdos de Facebook.
Lo compartí en Facebook en ese momento porque era divertido, no podía creer que lo hubiera hecho, y lo volví a compartir cuando apareció como un recuerdo de Facebook porque me hace reír cada vez que lo leo», explicó Jessica.
Lo cierto es que Jessica no había guardado el número en sus contactos e hizo clic en el que pensó que era su doctora, pero resultó que era de Stuart quien le había enviado un mensaje de texto sobre un envío tardío de paquetes.
Desde entonces esta joven madre aprendió a guardar siempre los números en sus contactos de su teléfono móvil.
Comparte esta divertida historia, definitivamente es una gran lección a considerar para evitar vivir una experiencia tan vergonzosa como la de Jessica.