Es difícil encontrar a una persona que jamás haya dicho al menos una mentira «blanca», de esas consideradas como inofensivas. Sin embargo, Mariusz Kaminski llevó las cosas demasiado lejos. Este hombre de 36 años se encuentra tras las rejas y todo porque mintió a su jefe de una manera realmente exagerada.
Normalmente, si alguien no quiere ir al trabajo dice algo común y probable como que tiene un resfriado. En el 2017, Mariusz le envió un mensaje de texto a su jefe y le dijo que lo estaban secuestrando.
Una mañana, Mariusz contactó a su jefe para asegurarle que lo estaban llevando contra su voluntad y lo habían obligado a subir en un BMW de color blanco. Como es de esperar, su empleador se preocupó tanto que contactó a la policía.
Lasituación se volvió algo tensa cuando Mariusz regresó al día siguiente y aseguró que se las había ingeniado para escapar. Desde entonces, las autoridades realizaron una exhausta investigación cuyos resultados dejarían a todos boquiabiertos.
Tras una serie de entrevistas, la investigación apuntó a que Mariusz había mentido. Sus mensajes pidiendo ayuda por su secuestro habían sido enviados desde la comodidad de su casa.
No sólo mintió a su jefe sino que también le escribió a una amiga suya que se sentía realmente preocupada. Más de tres años después, Mariusz enfrentó un juicio y allí intentó explicar que lo había hecho porque estaba realmente afectado por sus problemas personales.
“Debía más de 2 mil dólares a un hombre llamado Kenny y había recibido la noticia de que uno de sus amigos cercanos acababa de perder la vida”, dijo su abogado defensor.
Mariusz fue declarado culpable por intervenir en el curso de la justicia y por fraude. Le impusieron pagar la deuda a su amigo y además tendrá que enfrentar 16 meses en prisión.
Una vez que recibió la sentencia, Mariusz intentó posponer su estadía en la cárcel para poder pasar un poco más de tiempo con su familia. Sin embargo, todos sus esfuerzos fueron en vano.
“Esto es inusual y único. No realizó el crimen para meter a otras personas en problemas ni inculpar a un inocente. Simplemente quedó atrapado en una mentira”, dijo John Dyer, un abogado.
El caso de Mariusz no tardó en llegar a los titulares y ha generado un gran debate. Muchos simplemente quedaron boquiabiertos y otros aseguran que lo pensarán dos veces antes de mentir a sus jefes con una excusa para faltar al trabajo.
No dudes en compartir esta noticia que ha dado mucho de qué hablar por el descaro del trabajador.