Becky Barletta, carismática instructora de ski con apenas 32 años de edad ha sido diagnosticada con un caso grave de demencia que ha causado un deterioro notable en su salud. Ella necesita cuidados constantes para poder mantenerse con vida; tristemente, a pesar de los esfuerzos hechos por su familia y por su esposo, a Bechy le han dado un pronóstico devastador.
Los médicos dicen que como máximo vivirá un par de años más.
Los doctores se encuentran anonadados por el desarrollo tan rápido de la enfermedad, Becky, era descrita como una persona sumamente alegre y enérgica, sin mencionar que su trabajo como instructora de ski la mantenía en excelente forma física.
Barletta ha sido diagnosticada con el caso más temprano de demencia, la enfermedad comenzó a manifestarse hace apenas un año cuando Becky tenía apenas 31 años de edad y había contraído matrimonio recientemente con Luca.
Tristemente, debido al deterioro de su salud Becky ha vuelto a vivir en la casa de sus padres donde es atendida las 24 horas del día.
La hermana de Becky, Sophie, comenta cómo solía sentirse tan orgullosa al decir que su hermana era una instructora de ski. “Era una excelente instructora, especialmente con los niños, todos sus clientes la amaban”.
Si bien Becky solía llevarse toda la atención debido a su personalidad explosiva y alegre, Sophie asegura que no sentía envidia de su hermana. “Ella no era de bronceado falso y uñas postizas. Adoraba la naturaleza y no le temía a nada. Todos amaban a Becky, era naturalmente hermosa, aún lo es”, dice Sophie asegurando que la enfermedad no ha logrado acabar con la belleza de su querida hermana.
Sin embargo, si bien el aspecto de Becky no se ha visto tan afectado, su brillante personalidad ha desaparecido por completo debido a la devastadora enfermedad haciendo que ni sus propios familiares puedan reconocerla.
“No queda mucho de la vieja Becky. Solo nos cuenta las mismas historias una y otra vez y dice cosas inapropiadas. Lo encuentro tremendamente triste”, cuenta Sophie.
Becky fue diagnosticada el pasado agosto por el mismo doctor que atendió a su tío James, quien murió a los 50 años por la misma enfermedad que hoy en día aqueja a Becky.
La prima de su madre, Philipa, también murió de demencia a los 40 años, lo que comprueba que la enfermedad es hereditaria.
Los síntomas de Becky comenzaron a manifestarse meses antes del día de su boda; sin embargo, ella se negó a asistir a consulta médica por orgullo. Por otra parte, su familia rezaba para que el extraño comportamiento se debiera al estrés de planificar una boda.
Tiempo después Becky accedió a hacerse exámenes para diagnosticar lo que le ocurría; sin embargo, aún no se ha descubierto el gen que provoca que tanta gente en su familia desarrolle demencia tan repentinamente.
A causa de esta terrible experiencia, la familia de Becky ha decidido crear su propia red de caridad para ayudar a la causa de la investigación del alzhéimer. Puedes visitarla aquí. “Necesitamos cambiar esta situación lo antes posible, y eso solo se puede lograr mediante investigaciones. Sabemos que esto no salvará a Becky, pero sabemos que ella querría que hiciéramos lo posible para ayudar a erradicar esta terrible enfermedad, para el beneficio de futuras generaciones”.
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