La mayoría de los niños y adolescentes usan dispositivos inteligentes durante muchas horas al día, comunicarse a través de las aplicaciones de mensajería instantánea, consultar en Internet y publicar contenido en las redes sociales es una tendencia que no para de crecer.
Son pocas las personas que vemos transitando en la calle que no tienen la mirada fija en una pantalla.
Pero la adicción a la tecnología puede tener consecuencias negativas, sobre todo cuando se trata de niños que pueden descuidar sus deberes escolares por esa causa, manejar contenido inapropiado para su edad, reducir sus habilidades sociales y promover el sedentarismo por esta causa.
Aunque son una herramienta útil para estar en constante comunicación, localizar a los menores y permitirles tener acceso a información útil, no todo son ventajas.
Por eso algunos padres han optado por limitar el tiempo de uso de los dispositivos, o se los han quitado como parte de un castigo. Tal como lo hizo la protagonista de esta noticia que no imaginó que terminaría tras las rejas por haberle decomisado el teléfono móvil a su hija.
Tomó la decisión de quitárselo porque estaba descuidando sus estudios, pero la reacción de su hija fue denunciarla ante la policía con el apoyo de su padre.
Jodie May vive en Michigan, Estados Unidos, quiso castigar a su hija quitándole el teléfono porque estaba consumiendo el tiempo de hacer sus deberes escolares y estudiar en usar el dispositivo.
Después de hacerlo la madre continuó realizando sus actividades con normalidad, estaba en su casa amamantando a su bebé de cuatro semanas de nacido cuando oficiales de policía tocaron su puerta.
Los agentes le dijeron que tenían una orden de arresto contra ella, “Un policía me dijo que me iba a arrestar y le pregunté si podía entregarme el lunes siguiente porque tenía un bebé pequeño que dependía de mí para alimentarse”, explicó Jodie en una publicación de Facebook en la que compartió su experiencia.
A pesar de hacerles esa petición la policía se la llevó, ingresó en una celda y estuvo ahí durante horas hasta que finalmente fue liberada pagando una fianza de 200 dólares.
Su ex esposo fue quien la denunció alegando que el dispositivo que le había decomisado a su hija, un iPhone era suyo. Jodie tuvo que permanecer recluida y comparecer ante un juicio en el que se comprobó que no estaba a nombre del padre de la menor.
El fiscal se quedó asombrado, porque nadie había dado a conocer la razón por la que decomisó el teléfono móvil de su hija como parte de un método de castigo.
Finalmente, Jodie quedó en libertad después de que se demostrara que el dispositivo pertenecía a la niña.
La madre ha declarado ante los medios de comunicación que le parecía insólita la situación, “Fue algo ridículo. No puedo creer que haya tenido que vivir esto, que mi hija me pusiera en esta situación, pero estoy feliz con el desenlace”.
En caso de que los fiscales no hubiesen retirado los cargos que emprendió el ex esposo de Jodie en su contra tendría que ser condenada a 93 días de prisión. Comparte este insólito caso que está dando mucho de qué hablar generando controversia en las redes.