El amor es la fuerza que mueve al mundo y hace que las personas, a pesar de las dificultades, pongan todo su empeño para estar con los seres queridos en los momentos más importantes de sus vidas. Y lo que hizo un hombre con paraplejia en Nigeria para acompañar a su esposa e hijos, a pesar de sus limitaciones, dejó sorprendidos a todos.
Todos los seres humanos merecen amar y ser amados por una familia
En Nigeria es muy común y extendida la práctica de una ceremonia de dedicación de los niños, la cual tiene como propósito esencial agradecer a Dios por la existencia de la nueva criatura y a la vez presentarlo como un servidor fiel y leal. Por eso, los padres y familiares esperan el momento con mucho entusiasmo y alegría.
En los recientes días una publicación compartida en las redes sociales enterneció a los internautas. Se trata del caso de un hombre que presentaba discapacidad física que le impedía caminar erguido sobre sus propios pies y no quería perderse el momento en que, precisamente, su hijo recién nacido debía ser presentado por su esposa ante el altar de Dios, el hecho ocurrió en el estado de Delta.
El amoroso y responsable padre decidió arrastrarse hasta el altar, los asistentes del lugar miraron perplejos lo que estaba ocurriendo y empezaron a aupar al hombre para animarlo y darle apoyo por su valentía y extrema prueba de amor. Muchas personas comenzaron a rociar a su paso dinero en efectivo para intentar ayudarlo de alguna manera.
“Después de ver a este hombre me doy cuenta de lo inconforme que somos, pasamos mucho tiempo quejándonos sin darnos cuenta de que hay personas que están viviendo peor que nosotros”, dijo un conmovido usuario.
Después de lo sucedido, una persona de buenos sentimientos se sintió inclinado a hacer algo por el hombre y comenzó a ahorrar dinero para poder comprarle una silla de ruedas, y de esa manera evitar que el padre tenga que seguir arrastrándose como ha hecho hasta ahora.
El hermoso y desinteresado gesto sacó las lágrimas de muchos internautas que le agradecieron al buen samaritano con sentidas palabras, por inclinarse de esa forma a ayudar a un desconocido que tanto lo necesitaba. Sin duda, son los gestos que devuelven la fe hacia la humanidad.