Le responde a la mujer que lo criticó en el metro por su ropa – “¿Cómo te vas a sentar con ese?”

El pasado 05 de agosto a las siete de la noche, Lautaro Guzmán, de 22 años, tomó el tren de la línea Roca ramal Alejandro Korn en la estación de Longchamps en Adrogué, Argentina. Era un día como cualquiera hasta que presenció cómo una de las pasajeras le cuestionó a una niña, su nieta, por sentarse a su lado.

“¿Cómo te vas a sentar con ese mal vestido?”, le dijo la mujer a la menor de aproximadamente 10 años. El metro no estaba vacío, pero tampoco había mucha afluencia de gente.

La niña se sentó en el único asiento que había disponible en ese momento, al lado de Lautaro, estaba emocionada porque había encontrado un sitio, pero la señora se la llevó tomándola de la mano.

Le dijo: “Ven acá, ¿cómo te vas a sentar con ese mal vestido?”, en tono despectivo.

El joven escuchó claramente las palabras de aquella señora y en ese momento no le contestó. Se colocó sus auriculares y pasó por alto la situación.

Pocos minutos después ingresaba al hospital en el que trabaja desde hace un año como enfermero, en la Unidad Coronaria de la Clínica Avellaneda, cuando llegó le contó a una de sus compañeras lo que había sucedido.

Ella reaccionó indignada, y eso motivó a Lautaro a responderle a la señora. El día siguiente a las seis de la mañana terminó su jornada, tenía puesto el uniforme verde porque no tenía tiempo para cambiarse. Si pierde el tren de las 6:10 am tiene que esperar mucho tiempo por el próximo.

Así que se marchó para desayunar con su mamá como acostumbra. Antes de llegar publicó en su perfil de Facebook un mensaje para la mujer que lo cuestionó en el metro.

 “La gente anda por la vida juzgando por las apariencias. Acá el ‘mal vestido’ con el que no me siento en el tren. Señora, ojalá nunca necesite de mí, porque para su fortuna la voy a ayudar traiga la ropa que traiga”, dice parte de lo que escribió.

Publicó su mensaje sin imaginar que se haría viral rápidamente, en poco tiempo fue compartido 85 mil veces.

Aseguró que ese día no pudo dormir, “Me empezaron a llegar mensajes y felicitaciones por todos lados. Me pareció una locura todo lo que pasó”, dijo el joven.

Lautaro publicó además una imagen, le pidió a su compañera que le hiciera dos fotos: una con la ropa con la que había llegado al hospital y otra con el uniforme de su trabajo. Lo único que se repetía eran sus zapatillas deportivas.

“Al principio no le di mucha importancia, no era nada grave, sino el comentario de una señora equivocada. Después me puse a pensar en el prejuicio. Sentí un poco de indignación cuando llegué al trabajo y me cambié de ropa. Se terminó enterando todo el mundo, desde los médicos hasta el director de la clínica. Y todos me apoyaron, porque saben quién soy”, dijo el joven.

Afirma que no sabe qué habrá pensado esa señora, si asumió que él era un ladrón o qué. “De lo que estoy seguro es que es feo, te sientes rechazado, la niña pudo haberse sentado a mi lado tranquilamente”, dijo el joven.

Relató que no es la primera vez que se siente señalado por su vestimenta cuando va a su trabajo. Mientras que al regresar a casa con su uniforme recibe un trato completamente distinto.

Después de que la publicación de Lautaro se hiciera viral, ha ofrecido entrevistas a medios locales que se han interesado en conocerlo.

El joven es fanático del River, vive con su madre que es ama de casa y su padre que es metalúrgico. Es el único que estudió de su familia, contó que su padre no quería que trabajara hasta culminar sus estudios para que permaneciera motivado a graduarse.

En el año 2017 se graduó como enfermero profesional en la Cruz Roja Filial Almirante Brown y realizó un máster de Hemodinamia en la Universidad Favaloro.

A pesar de la instrucción de su padre él trabajó a escondidas para cubrir sus necesidades y ayudar con los gastos de su casa. Se dedicó durante largas jornadas, incluso nocturnas, a la fabricación de carteras y a trabajos de albañilería.

La lección que quiere transmitir a través de su testimonio es que nadie debería juzgar a otro por su apariencia.

“Del barrio también se puede llegar a ser profesional, usar traje, ropa deportiva o un uniforme de enfermero. No juzgues a nadie nunca”, dijo un usuario de las redes.

Lautaro dijo que a la señora que lo señaló la invitaría a sentarse con él, a que lo acompañara a su trabajo o a su casa. “Le contaría quién soy, qué hago”, concluyó. No te vayas sin compartir esta valiosa lección.

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