Una pareja de recién casados se despide solo 10 semanas después de la ceremonia a causa de un terrible cáncer que le arrebató la vida al hombre. Lisa Barton abrazó el cuerpo de su amado Wayne durante toda una noche después de su fallecimiento.
La pareja se había conocido en el 2008 cuando la mujer trabajaba como camarera en un restaurante y el hombre se dedicaba a conducir camiones pesados. Wayne comenzó a frecuentar el local donde laboraba Lisa y de inmediato simpatizaron. Apenas tres meses después, Lisa y Wayne ya estaban viviendo juntos.
Los siguientes años fueron un idilio para la pareja, quienes disfrutaban de la vida familiar, vacaciones y nuevos proyectos juntos. En un viaje a México, Lisa le dio la gran noticia a Wayne, estaban esperando a un bebé. La pequeña nacería en mayo de 2012.
“Cuando nuestra hija Bryony-May nació, él fue la primera persona que la sostuvo. Wayne fue un padre fantástico, feliz de ayudar con las alimentaciones y los cambios de pañales”, relató la Sra. Barton.
La vida aparentemente normal y feliz de esta familia se complicó en el 2015 cuando Wayne comenzó a tener problemas estomacales. Al hombre le costaba para tragar y sufría de reflujo ácido. Durante ese año, el hombre visitó constantemente a su médico de cabecera pero no fue hasta el 2016, al ser remitido a un hospital y sometido a pruebas, que detectaron su cáncer
“En abril de 2016, fue a una cita en el hospital mientras yo esperaba en casa con Bryony-May. Entonces mi teléfono sonó. Estaba devastada cuando Wayne me dijo que era cáncer”, recuerda Lisa.
Wayne tenía cáncer de esófago y la pareja decidió hablarlo con su pequeña. Aunque no le dijeron la gravedad del asunto, quisieron advertirla en cuanto a la razón por la cual papá debía ausentarse de casa. Los médicos pensaban que el cáncer podía eliminarse e iniciaron con rondas inmunoterapia y quimioterapia para matar las células malignas.
Tres meses después de haber iniciado el tratamiento, los médicos detectaron que el cáncer se había extendido y advirtieron a la familia que no había más nada que hacer, el Sr. Wayne tenía mínimas posibilidades de vida. Sin embargo, el tiempo de Wayne en este mundo se extendió un poco más de lo pensado.
Lisa siempre estuvo al cuidado de su esposo y la pareja pensaba en el día en que tendrían que despedirse. Como una demostración de su amor, Wayne decidió pedirle matrimonio a su pareja en marzo del 2017.
Para ese momento, ambos estaban desempleados así que costear una boda era un asunto casi imposible para ellos. Afortunadamente, en agosto, después de leer el caso de esta pareja, el salón de eventos Hanbury Manor en Ware se ofreció a prestar su espacio para la recepción.
Lisa y Wayne contrajeron matrimonio el 19 de noviembre de 2017. En sólo 6 semanas se organizó la ceremonia, un día sumamente especial para la pareja y que Lisa atesora como un gran recuerdo de su esposo.
“Wayne apenas podía contener nada, excepto el agua. Pero encontró la fuerza para sobrevivir el día. Mientras caminaba por el pasillo para encontrarme con él en el altar, una hermosa sonrisa iluminó su rostro. En ese momento no parecía enfermo, era el mismo hombre guapo que había conocido”, recuerda Lisa.
Hacer los votos de apoyarse en la enfermedad y la salud fue algo muy emblemático para la pareja. Apenas dos días después de la ceremonia, Wayne volvió al hospital con sepsis pues su cuerpo comenzaba a debilitarse. La pareja supo que la despedida estaba cerca, por esa razón Wayne quiso pasar sus últimos días en casa.
Wayne murió el pasado 27 de enero, alrededor de las 8:00 pm, con 38 años de edad. Para ese momento, el hombre ya había perdido la capacidad de hablar y las últimas palabras dichas a su esposa, días antes, fueron un “te amo”. Ese 27 de Enero, Lisa se fue a la cama con el cuerpo de su esposo y se acurrucó contra él a pesar del frío.
El 14 de febrero fue el funeral de Wayne. Actualmente, Lisa se recupera de la pérdida con ayuda de familiares y amigos que han decidido rotarse para acompañarlas en casa, a ella y a su hija.
Esta viuda intenta llenarse de las mismas energías positivas que tuvo su esposo durante su enfermedad pero el dolor la persigue, pues jamás pensó que pasaría de novia a viuda en sólo 70 días.
Lisa demostró hasta último momento el amor que tenía por su esposo, dormir con su cuerpo sin vida fue para ella la más dura despedida. Comparte su historia y su ejemplo de amor incondicional.