Las mujeres que trabajan y tienen hijos hacen esfuerzos para cumplir con el rol de madres y trabajadoras. A veces, cuando no tienen quien se los cuide, deben llevarlos consigo al trabajo. Tal como lo hizo una luchadora mujer en Nueva York, pero el precio que pagó ese día fue muy alto.
Tenitia y Bryce
Tenitia nació en Rochester ycreció en Carolina del Norte, donde vivió con su pareja Bryan Raynor, en 2016 tuvieron a su hijoBryce.
Cuando el niño tenía dos añitos decidieron separarse, y la mujer asumió la responsabilidad de salir sola adelante con su pequeño.
Bryce según relata su madre era un niño muy alegre y sonriente
Volvió a Rochester y consiguió un trabajo en Five Guy. Trabajó duro,y pudo alquilar un pequeño departamento en la calle Octava.
Después consiguió empleo de tiempo completo en Conduent como representante de un centro de llamadas, no duróy de nuevo quedó sin nada. Tuvo que entregar el apartamento porque no podía pagar la renta, se mudaron con una tía en Hazelwood Terrace.
Encontró trabajo en Tim Hortons en University Avenue, llevaba cinco meses laborando.
Se le complicaba cumplir con su jornada porque durante tres días llevaba al niño a la guardería,pero los dos días restantes tenía que ingeniárselas.
Un día se lo llevó al trabajo porque no consiguió con quién dejarlo y ahora estaba en las mismas condiciones.
Se puso su uniforme, arregló al niño y se fueron al trabajo. A las 9:00 am le dio una rosquilla con jugo de manzana y le dejó un rato su teléfono móvil para que se distrajera.
Pero antes de las 1:00 pm, el niño se estaba fastidiando. Tenitia aprovechó de sacar la basura, y así distraería al pequeño estando un par de minutos afuera.
Abrió la puerta trasera con las bolsas de basura en sus manos y el niño empezó a disfrutar de la libertad de ese instante. Ella le indicó que no se moviera del césped junto a la puerta.
Por un segundo dio la espalda para manipular las bolsas y cajas, pero no escucho más los pasos del niño, se volteó y no lo vio.
Bryce caminó sobre la tapa de la trampa de grasa, que para colmo era plástica y no estaba atornillada. Se montó encima, y se deslizó por el agujero, la tapa volvió a su lugar y lo dejó atrapado, el niño murió ahogado.
“Ese era mi bebé, nunca lo recuperaré. Nunca recuperaré sus abrazos. Nunca recuperaré sus besos”, repetía la madre llorando.
Los usuarios se afligieron ofreciendo palabras de condolencias a la devastada madre.
“Que trágico. Una manera tan horrible de morir. Mi corazón se está rompiendo de solo ver a la madre. Descansa en paz, pequeño”, dijo una triste internauta.
A pesar de todos los esfuerzos por revivirlo, Bryce fue declarado muerto en Strong Memorial Hospital.
Lo sucedido hizo que los legisladores de Nueva York propusieran que todas las trampas de grasa deben ser inspeccionadas anualmente y asegurarse con una tapa de hierro fundido o de material de construcción.
La verdad es que nada de lo que se haga le devolverá la vida al risueño Bryce, pero por lo menos evitará que otros repitan tan trágica experiencia.
Descansa en paz Bryce, ¡ya eres un ángel!
Comparte esta dramática historia con todos tus amigos, y cuidemos mucho de nuestros pequeños, son inquietos y curiosos, en un segundo puede ocurrirles un accidente.