Para este joven de 29 años no es una preocupación ir a comprar vegetales y hortalizas con frecuencia porque los alimentos naturales que consume los cultiva en su propio jardín.
Alessandro Vitale, de nacionalidad italiana, vive en Londres desde hace seis años, es artista y se dedica a hacer tatuajes. Durante la cuarentena, descubrió su talento para la siembra y construyó su propio huerto en su casa.
Así seguramente les ha ocurrido a millones de personas, él encontró en ese tiempo en el que todas las actividades rutinarias se paralizaron, un espacio para hacer una actividad que le gusta mucho desde su niñez y no había podido practicar como quería.
El resultado ha sido extraordinario, Alessandro, no ha ido a comprar frutas ni verduras desde hace 10 meses.
El tatuador ha cultivado chiles, menta y otras hierbas en el alféizar de la ventana durante años, siempre había sentido la necesidad de sembrar algunos alimentos en su hogar, pero no tenía suficiente espacio.
Así que cuando finalmente se mudó a un apartamento con jardín hace un año se sintió feliz y complacido.
De inmediato comenzó a trabajar en la construcción de su huerto, transformó su patio de 8 x 5 metros en un huerto urbano. Hizo un enrejado para hierbas usando botellas plásticas e instaló jardineras y construyó un invernadero.
“Utilizo cualquier espacio vertical disponible en interiores o exteriores para usar botellas de agua viejas para cultivar plantas”, explicó.
En la primera cosecha Alessandro obtuvo diversos tipos de vegetales, repollo, zanahoria, ajo, hinojo, puerros, coliflor y brócoli.
El joven artista cosechó 35 kilos de tomates solamente en seis de sus plantas, además, recolectó 10 kilos de 17 tipos diferentes de chiles.
Los alimentos que siembra Alessandro son 100% orgánicos, utiliza ortiga silvestre forrajeada de un parque para controlar las plagas y también aloe vera, cosechada en su huerto, para fabricar fertilizante.
Durante los meses en los que ha trabajado en su huerto ha probado alimentos de excelente calidad y sabor que tiene el placer de cosechar en su propia casa. Muchos se sienten motivados a destinar un espacio de su vivienda a sembrar algunas frutas y hortalizas.
“Mi principal objetivo es ayudar a las personas a crear tantos espacios verdes como sea posible, porque el suelo puede absorber carbono del aire y reducir las emisiones de carbono”, dijo Alessandro.
Agregó que los patios traseros urbanos y las áreas verdes contribuyen a reducir los niveles de emisión de carbono en las ciudades.
“Los huertos, los patios traseros urbanos y áreas verdes hacen que el aire sea más limpio y saludable para las personas”, dijo.
Además, Alessandro resaltó los beneficios de tener un huerto para la salud mental porque es una actividad al aire libre, en conexión con la naturaleza que promueve el bienestar, el ejercicio físico, la concentración, la motivación.
“Sembrar es un gran impulso para la salud mental y la felicidad”, dijo Alessandro.
La abuelita de Alessandro le envía desde Italia recetas para preparar múltiples salsas que él hace y congela para consumirlas en época de invierno.
El amor de este joven por la jardinería sigue creciendo cada día, y aunque trabaja a tiempo completo, 45 horas semanales, espera con anhelo llegar a casa para dedicarse un par de horas a cuidar su huerto.
“Lo que más me gusta es hacer mermelada y salsas de chiles”, agregó.
Su pasión por la jardinería viene desde su infancia. “Cuando era niño solía ayudar a mi abuelo en el jardín. Recuerdo que importaba semillas de chiles de todo el mundo y tenía toneladas de plantas”, relató Alessandro.
Después de que su historia se hiciera viral, abrió un canal de YouTube llamado SpicyMoustache en el que comparte consejos sobre huertos urbanos.
Alessandro tiene jardineras e invernaderos en su jardín, y ha cultivado doce tipos distintos de menta, piña, plátano y fresa para preparar Kombutcha, un tipo de te fermentado.
Poco a poco, con constancia y esfuerzo, él fue aprendiendo las técnicas de cultivo para cosechar en su huerto deliciosos alimentos. Ahora se siente orgulloso y satisfecho y comparte lo que recolecta con sus seres queridos.
“Fue un poco de ensayo y error, pero al final tenía tantos alimentos que les comencé a regalar a mis amigos y vecinos”, dijo Alessandro.
“Puse un letrero afuera de mi casa diciendo a las personas que eran libres de tomar lo que quisieran. Les pareció una agradable sorpresa ya que obtengo distintas semillas que compro online, por lo que posiblemente son productos que nunca antes habían usado”.
Él quiere motivar a otras personas a tener un huerto en su vivienda. El espacio no es un límite, Alessandro inició su práctica en los laterales de las ventanas de su habitación y su cocina.
Sembrar en casa una alternativa ecológica, sostenible y con excelente impacto para el planeta y para nuestro bolsillo.