Alfredo Hercules es un padre de familia que tuvo que enfrentar una ardua lucha contra el coronavirus. Él y su familia procuraron cumplir las medidas de aislamiento tanto como fuese posible, especialmente para proteger a sus pequeñas de 9 y 7 años de edad.
Lamentablemente, Alfredo comenzó a mostrar alarmantes síntomas de un día un para otro y los médicos del Hospital Catholic Health’s Mercy lo internaron en la Unidad de Cuidados Intensivos el 11 de enero.
Alfredo presentó muchísimos problemas para respirar. No sufría de ninguna condición de salud preexistente pero empeoró tan rápido que su equipo médico llegó a temer lo peor.
Para el dedicado padre, lo más difícil de permanecer hospitalizado era estar lejos de su familia.
Soñaba con el momento de volver a abrazar a sus hijas, pero tuvo que pasar más de dos meses sin compartir con su esposa ni con ningún miembro de la familia.
“Me causaba mucho estrés. Nunca había estado tanto tiempo lejos de mis chicas”, dijo Alfredo.
El Dr. Perry Stein fue uno de los encargados de cuidar a Alfredo y quedó realmente sorprendido con la dedicación que veía en el amoroso padre.
Alfredo se robó el corazón de todos y le aseguró a cada uno de los empleados del hospital que no dejaría de luchar para poder reencontrarse con su familia.
“Alfredo estaba muy mal. Tener tantas dificultades para respirar pueden ser una tortura, pero él siguió exigiéndose un poco más cada día”, explicó el Dr. Perry Stein.
Finalmente, Alfredo fue dado de alta el 24 de marzo y todos en el hospital prepararon una despedida muy especial. Durante meses, él no había pensado más que en reencontrarse con su familia y ahora podría disfrutar de un merecido abrazo.
Cuando vio a las pequeñas Isabel y Safiah, el dedicado padre no pudo evitar estallar en lágrimas.
“Cuando pasas tanto tiempo fuera de casa empiezas a extrañar las pequeñas cosas. Hay tanto en la vida que simplemente damos por sentado”, reflexionó Alfredo.
Si hay algo que la pandemia nos ha enseñado a todos es la importancia de valorar a nuestros seres queridos. Alfredo parecía un hombre completamente saludable pero el coronavirus estuvo a punto de acabar con su vida.
Debemos mantenernos atentos y reforzar tanto como podamos las medidas de seguridad para cuidarnos a nosotros mismos y a nuestros familiares.
El emotivo encuentro de Alfredo y su familia nos recuerda que nunca debemos perder las esperanzas. ¡Comparte!