La Dra. Susan Moore era una dedicada profesional y madre de familia. Los primeros años de su vida adulta, pensó que los dedicaría al mundo de la ingeniería. Sin embargo, descubrió que sentía una gran pasión por ayudar a los demás y decidió estudiar medicina.
Se las ingenió para cuidar a su hijo y obtener el título con el que tanto había soñado. Hace tan sólo unos meses, trabajó cumpliendo con su labor como médico a domicilio.
Lamentablemente, su diagnóstico de coronavirus y un sospechoso maltrato por parte del encargado de su caso acabaron con su vida.
La Dr. Moore desarrolló alarmantes síntomas de Covid-19 y fue traslada al Hospital Indiana University Health North de Indiana. Los primeros días recibió tratamiento pero nada parecía dar resultados y la agotada mujer se encontraba cada vez ante más dolor y más problemas respiratorios.
En varias ocasiones, ella intentó hablar con su médico para explicarle todo lo que sentía pero su único interés parecía ser darle de alta lo más rápido posible.
“Me dijo: ‘Ni siquiera tienes problemas para respirar. No me siento cómodo dándote más medicamentos’, me hizo sentir muy mal”, se lamentó la Dra. Moore.
La situación no hacía más que empeorar, pero Susan seguía sin recibir ayuda. Se sintió tan sola y asustada que decidió publicar un video a través de sus redes sociales para denunciar lo sucedido.
Desde la cama del hospital, Susan hablaba con mucha dificultad y realizaba largas pausas para retomar el aliento.
“Así es como la gente de color pierde la vida. Los envían a casa y ellos no saben cómo luchar por su propia salud”, dijo la Dra. Moore.
Días después, Susan perdió la vida. Su hijo se encuentra completamente destrozado y lamenta saber que alguien que cuidó con tanto amor a todos sus pacientes no pudo recibir el mismo cariño por parte de sus médicos.
Los padres de la Dra. Moore son dos ancianos que sufren de Alzheimer y no paran de preguntar por ella.
“Nadie debería pasar por eso. Si lo que mi mamá sospechaba es cierto, le da a la frase ‘No puedo respirar’ un nuevo significado”, dijo Muhammed, el hijo de la Dra. Susan.
Al parecer, no es la primera que el Hospital ha recibido este tipo de acusaciones. Es realmente indignante imaginar que el personal de salud discrimina antes de dar el mejor tratamiento posible a cada uno de los pacientes que tienen bajo su cuidado. Esperamos que el caso de la Dra. Moore sea profundamente investigado y se tomen acciones al respecto.
Nadie merece pasar por una situación de dolor e incertidumbre simplemente porque tienen un determinado color de piel. Une tu voz para compartir esta noticia y exigir que se haga justicia.