A pesar de los avances tecnológicos que actualmente se aplican a la medicina, no podemos asegurar que todo el que se someta a una cirugía no corra ningún tipo de peligro.
Es sabido que cuando se trata de curar patologías, las personas deben confiar en que los médicos harán el mayor esfuerzo por llevar a cabo los procedimientos con el mayor cuidado, pero esto no descarta posibles reacciones adversas de los pacientes a dichas intervenciones. Tampoco casos de negligencia que produzcan daños irreversibles.
Por eso, cuando se trata de una cirugía estética muchos expertos instan a que las personas que deseen operarse tomen en consideración el hecho de que quizás sea un riesgo innecesario.
Un ejemplo de las tragedias ocurridas por este tipo de factores ha sido la reciente muerte de una joven modelo de 32 años que vivía en Monterrey, México.
Su nombre era Elena Carolina Sada Sandoval, originaria de Torreón Coahuila, quien además de ser modelo era también diseñadora de modas.
Comentan que la joven emprendedora asistió a la Clínica de Especialidades Médicas Obispado, ubicada en la calle José Benítez, en Monterrey, para realizarse dos procedimientos estéticos: una liposucción y rinoplastia.
Al parecer, los procedimientos se ejecutaron sin ningún inconveniente pero después de las operaciones, es decir cuando la paciente ya se encontraba en el área de recuperación, sufrió un paro cardiorespiratorio.
El cuerpo de la modelo fue trasladado al Hospital Universitario para someterlo a los estudios forenses de ley para determinar las causas del fallecimiento.
De acuerdo con información de la Agencia Estatal de Investigaciones de Nuevo León, el médico que estuvo a cargo de la operación era especializado en pediatría y no en cirugía estética.
A los familiares de la modelo solo les avisaron que su estado de salud era delicado horas después de su entrada al quirófano, pero no les ofrecieron detalles de la complicación que sufrió tras ser operada. Reclaman que el médico no estaba capacitado para realizar una operación como esa y la paciente pudo haber sido engañada.
Todos sus seguidores, y quienes tuvieron contacto con ella y fueron sus amigos se pronunciaron en redes sociales con mensajes de profunda tristeza.
“Conocía su trabajo y me parecía una diseñadora estupenda, y muy hermosa, lamento que haya decidido someterse a esa cirugía, no la necesitaba, era un ser humano muy hermoso. La apariencia física no es lo más importante”, comentó una internauta.
En redes sociales sus amigos compartieron fotografías de la modelo en algunas pasarelas, no solo modelando la ropa sino también como la diseñadora que las confeccionó.
“Es lamentable que ya estemos llegando a la segunda década de este siglo XXI y aun leamos en las noticias que gente muere por estas causas, el mundo del modelaje es muy duro y muy competitivo.
Es comprensible que las jóvenes se sientan presionadas a operarse, pero no hay ningún tipo de sensatez en esta situación, definitivamente”, comentó indignada una internauta.
Las presiones impuestas por la sociedad en torno a lo que significa ser bella, conducen a muchas modelos, y otras jóvenes, a someterse a numerosos procedimientos que eventualmente no solo perjudican su salud física sino también la mental.
Es importante crear conciencia sobre lo que esto causa en las generaciones más jóvenes, pues es la única forma de evitar que tragedias como esta sigan ocurriendo.
Comparte esta noticia con amigos y familiares, promovamos otro sentido de belleza, una que perdure al paso de los años. Nos sumamos a las condolencias enviadas a los seres queridos de la modelo fallecida.