A los 17 años tienes el mundo y la vida por delante. Falta poco para la universidad y te preparas para la adultez. Sin embargo, hay casos muy especiales en que tu vida puede llegar a su fin, como esta historia desde la Northeast High School en San Petersburgo, Florida, Estados Unidos.
Se trata del caso del joven Jacquez Welch de 17 años, quien tenía un futuro prometedor en la Concordia University, con un promedio sobresaliente y una carrera brillante en el fútbol americano.
Desafortunadamente para Jacquez, nació con una condición especial que fue detectada después de que colapsara durante un juego. Desde su nacimiento poseía una malformación arteriovenosa, que no es más que una anormal conexión de las venas del cerebro y las arterias.
Según los médicos que lo trataron, es muy normal que las personas posean este padecimiento sin saberlo. Como en el caso de Jacquez, que sus familiares apenas se enteraron de su padecimiento cuando ya era demasiado tarde.
“Es una noticia muy lamentable. Un buen muchacho y además, talentoso en el deporte y buen estudiante. De verdad que lo siento mucho por su familia y amigos”, comentó una internauta.
Recientemente, tras su hospitalización después del ataque que sufriera en el campo de juego, fue declarado sin vida y se procedió a realizar la desconexión de su cuerpo que se encontraba recibiendo respiración artificial.
En una reunión con amigos, familiares y compañeros, Marcia Nelson, la madre del joven, contó cómo su hijo siempre fue una persona entregada a lo que hacía, tanto en el deporte como en sus clases. Incluso fue capaz de someterse a un estudio riguroso de álgebra para ingresar a la universidad.
“Demasiado joven para partir de esa manera. Toda una promesa deportiva. Se merece todos los homenajes del mundo ese muchacho”, dijo otro internauta.
Además, su partida no será en vano. En vida, el joven había planteado su deseo de ser donante de órganos. Ahora, gracias a Jacquez, siete personas salvarán su vida porque recibirán trasplantes.
“Hasta el último gesto de Jacquez lo supera. Sí que era una gran persona este muchacho. Perdemos a uno pero ganamos a siete personas más que agradecerán toda la vida a este generoso héroe del deporte”, mencionó otro internauta.
La vida suele ser inexplicable. Mientras que estemos en este plano debemos disfrutarla al máximo con nuestros familiares y amigos.
Vivir por aquellos que no han tenido tanta suerte como nosotros y homenajearlos con nuestros actos. Porque no es necesario despedirse del mundo para actuar desinteresadamente.
Comparte esta inspiradora historia entre tus contactos para que tomen conciencia de vivir al máximo cada día que pasa y de la nobleza que implica la donación de órganos.