Para nadie es un secreto que a pesar de compartir en un tiempo y un espacio determinado la realidad es distinta para cada quien, una realidad que como huellas en la arena parece dejar profundas marcas a los más vulnerables.
Hace poco una maestra ha manifestado el profundo dolor en el que se vio inmersa tras descubrir que uno de sus estudiantes era víctima del hambre.
El personal de la escuela fundó un pequeño banco de alimentos.
La maestra descubrió la lamentable situación por la que estaba pasando uno de sus estudiantes cuando inocentemente el niño comenzó a hablar de la comida y la ausencia de ella en su hogar mientras lloraba desconsoladamente.
Movida por sus sentimientos, decidió publicar la desgarradora historia en su cuenta de Facebook donde señala que su estudiante le había preguntado cuándo iría la señora que pone comida en su bolso.
La maestra tiene por nombre Brooke y trabaja en una escuela en Tennesse.
Sorprendida la maestra le responde que no estaba segura que esa semana le distribuyeran algunos alimentos porque era una semana corta. El niño la mira y le dice que en su casa no había comida y necesitaban más.
La maestra le pregunta que cuál de los productos que les daban era el que más le gustaba mencionando los macarrones, el espagueti o las galletas. El niño inocentemente la mira y responde:
Esas pequeñas pastas (mientras hacía un círculo pequeño con su mano) no los tenemos en casa, pero cuando los tengo me entra como un aire cálido que me ayudan a dormir”.
La increíble respuesta puso a flor de piel los sentimientos de la maestra y fue inevitable que no llorara frente a veinte pequeños angelitos.
Al salir de clase se comunicó con otros profesores para recaudar algo de dinero y comprarle la pasta redondita que tanto añoraba el niño. Brooke señala que con su publicación no intenta que elogien a los docentes solo que recuerden que quieren enseñarle lo mejor a sus estudiantes.
En ocasiones todos hemos tenido momentos difíciles y los maestros no son la excepción.
Todos trabajaron en equipo para garantizarle alimento a un pequeño niño que no tenía qué comer.
La maestra contó con todo el apoyo del director quien ahora se asegura de ofrecer un banco de alimentos en la escuela para los niños más necesitados. Brooke dio las gracias a todos sus compañeros que la apoyaron y aquellas que personas que sin conocerla se arriesgaron a donar algo que por muy mínimo que parezca hace la diferencia.
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