El buque oceanográfico Ángeles Alvariño en menos de 24 horas interrumpe las labores de búsqueda que ha estado haciendo en Tenerife para encontrar el cuerpo de la pequeña Anna de 1 año y de su progenitor, el parricida Tomás Gimeno, de 37 años.
El pasado 10 de junio hallaron el cuerpo de Olivia, de 6 años, lastrado a mil metros de profundidad en el mar confirmando las peores hipótesis sobre su desaparición junto a su hermana menor el 27 de abril.
Hasta este momento no han hallado evidencias sobre el paradero de Anna y Tomás Gimeno, quien se presume, se quitó la vida y se lastró con un cinturón de plomo de 8 kilos usado en el buceo.
Las labores de búsqueda son realmente complicadas y los agentes de la Guardia Civil consideran que las posibilidades de encontrar el cuerpo de la pequeña Anna son muy pocas.
Aunque la hipótesis que cobra más fuerza sobre Tomás Gimeno es que esté sin vida lastrado en el mar, sigue sobre la pesa la probabilidad de que esté vivo ante la falta de evidencias.
Mientras el buque y el robot submarino rastrean en el mar los puntos clave, en tierra firme activan la orden de búsqueda y captura contra Gimeno, acusado de dos delitos.
Habla un marino experto sobre el paradero de Tomás Gimeno
La principal hipótesis de la investigación del caso es que atentó contra su vida, pero también se maneja la posibilidad de que esté vivo.
Fernando Echegoyen, marino, perito náutico y una de las máximas autoridades de la materia en el país, experto en naufragios, siniestros náuticos y hallazgos, analizó el auto judicial de este caso.
“A Tomás le ven cargando seis bultos. Dos bultos, lamentablemente, se ha sabido que son las niñas. Otro bulto es la sillita, que aparece en el mar. Otro es la botella de oxígeno, que también aparece. Me siguen faltando dos. ¿No puede ser un traje de buceo y los plomos?”, dijo el marino.
El cinturón de buceo es una de las pistas clave, los agentes lo buscan desde que hallaron el barco de Tomás Gimeno a la deriva.
“¿No puede ser que Tomás cuando llegó al puerto de Güímar se lo pusiera y llegara buceando hasta la costa, por ejemplo?”, dijo Echegoyen.
Insiste en que no es una idea descabellada resaltando que el barco fue hallado a una milla náutica del puerto, y que Tomás, fuerte y equipado podría trasladarse a la costa por sí mismo. Aunque la ubicación de la embarcación, encontrada sin ancla, está determinada por los movimientos de la corriente marina y no por el lugar donde la dejó Gimeno.
Asimismo, Echegoyen plantea que Tomás Gimeno pudo huir.
¿Pudo huir en otro barco?
“Lo puede recoger otro barco. El barco no necesariamente debe tener un identificador. Los identificadores se pueden desactivar, se puede apagar la señal GPS. Es como un móvil. Un bote de remos, un bote con motor fuera de borda… A ver quién detecta eso”, explicó el marino agregando que a nivel náutico todas las opciones se admiten, todas son viables.
Respaldado en el auto judicial, el Echegoyen hizo un análisis sobre dos puntos que calificó como indiscutibles.
El primer punto: “Tomás sale por la tarde a probar el barco, se va, regresa al barco con una serie de bultos y sale navegando. Según la juez en ese momento lastra los cuerpos de las niñas en el mar. Vuelve al puerto, pide que le presten un cargado de teléfono móvil, compra tabaco, es denunciado y vuelve a salir al mar”.
Agregó: “El último mensaje del que hay constancia en su teléfono móvil fue a las 02:28 horas, al parecer se conecta a través de los repetidores ubicados en la zona metropolitana de La Laguna”.
El segundo punto del que habló: “El segundo hecho objetivo que no admite discusión es que a las 17:37 horas del día 28 de abril hallan el barco de Tomás frente al puertito de Güímar, más al sur. He escuchado voces que dicen que el barco podía haber llegado hasta ahí a la deriva”.
Echegoyen dice que lo más recomendable es hacer cálculos náuticos para explicar el hecho.
“Desde el punto en el que arroja a las pequeñas al mar, que no debe estar muy alejado del que tiene cuando escribe sus mensajes hay 12,6 millas náuticas. Son 23,3 kilómetros exactos.
El barco llega desde donde arroja a las pequeñas, hasta el lugar en el que fue hallado por la Guardia Civil. El cálculo me da una velocidad aproximada de 1,5 km por hora, eso es imposible”, dijo el marino.
“No hay esas corrientes tan fuertes que puedan llevar el barco hasta ahí, a esa velocidad. Es mucho más probable que pueda llegar navegando, siendo tripulado por el propietario del barco. Además, hay otra cosa, ¿en qué punto encontraron la silla de Anna?”, señaló el experto.
“Tomás va a ese punto exacto por algo. No creo que el barco llegue solo, él fue hasta allí”, Echegoyen asegura haber analizado exhaustivamente cada detalle del auto judicial.
¿Cuál es el perfil psicológico de Tomás Gimeno?
El padre de Anna y Olivia actuó con total frialdad cuando ejecutó el plan que ideó para herir de forma desmedida a Beatriz Zimmermann, su ex esposa y madre de las pequeñas.
Su comportamiento puede tener indicios importantes en la resolución del caso. Acabó con la vida de sus dos hijas, las envolvió en una toalla, las guardó en bolsos y las lastró dentro del mar.
Antes de lastrarlas, se detuvo en casa de sus padres para dejar ahí a Oto, su perro, mientras tenía los cuerpos de las menores en el maletero de su auto.
Tomás desaparece cinco o seis horas después de que las menores murieran. Durante ese lapso, se mantuvo en calma, con total frialdad.
Análisis de una psicóloga forense
Ana Isabel Gutiérrez Salegui, psicóloga forense, conoce de cerca varios casos de filicidios por venganza. Analizó el caso de Tomás Gimeno según lo que se conoce en el Servicio de Análisis de Comportamiento Delictivo (SACD), de la Guardia Civil.
“Tomás Gimeno no parece encajar en un perfil de alguien que atentaría contra su vida. En él encontramos rasgos narcisistas muy acusados, algunos rasgos de personalidad psicopática -no un trastorno de personalidad psicopática, sino que tiene algunos rasgos, aclaró-, de personalidad histriónica y narcisista”.
Ella ofrece un perfil indirecto, con los datos que se conocen, la investigación se hizo pública después del hallazgo del cuerpo de Olivia hace seis días.
Los rasgos de Tomás Gimeno le indican a Gutiérrez que es una persona con afán de resarcir su ego dañado. No tiene empatía, ni compasión, al que solo le importa su persona.
Asegura que ese tipo de características no coinciden con las de las personas que tienen conductas de atentar contra su vida. Se sienten demasiado importantes como para causarse un dolor y acabar con su vida.
La psicóloga es miembro de la Asociación Clara Campoamor, y conoce los detalles del mediático caso de José Bretón, quien acabó con la vida de sus hijos de 2 y 6 años en el año 2011 y otros similares
Aseguró que Tomás demostró ser muy inteligente.
“Podemos estar ante una escena simulada para hacer creer que acabó con su vida y que nadie le persiga”, dijo la experta.
La psicóloga trae a colación la transferencia que hizo Tomás Gimeno antes de su desaparición.
“Nos encontramos con esa transacción de dinero, estamos hablando de una cantidad importante, aunque es verdad y consta que la familia tiene mucho más dinero. Pero es que a lo mejor ese dinero, para él quizás poco, tenía que ver con algún tipo de pago relacionado con su vía de escape”, dijo.
Claves en la última llamada de Tomás Gimeno a la madre de las niñas
La psicóloga Gutiérrez se enfoca en la actuación del parricida al arrojar los cuerpos de las pequeñas.
“La conducta más extraña dentro del orden de los hechos, es de la que, tras deshacerse de los cuerpos de las niñas, él regresa a puerto. Regresa con un solo objetivo: hablar con la madre. ¿Con qué fin si ya ha hablado con ella? La persona que le vio dice que estaba nervioso por la posibilidad de que se le descargada el teléfono móvil. ¿Con quién tenía tanta urgencia de hablar?”, dijo la psicóloga.
Asimismo, ella destaca que rompe esquemas con su aparente calma.
“¿Por qué es capaz de mantener perfecta tranquilidad después de haber acabado con la vida de sus hijas, incluso ante la Guardia Civil cuando le detiene por haberse saltado el toque de queda del estado de alarma?”, dijo la experta.
“Él aparece sin ansiedad después de haber cometido el crimen e incluso les dice a los agentes que lo detuvieron que no se preocupen, que dormiría en su barco. Esa calma es incompatible con la conducta del que quiere atentar contra su vida, normalmente esas personas están desesperadas”, agregó.
Para ella, no es lo más factible que Tomás Gimeno haya atentado contra su vida.
“Lo lógico es que en una escena de este tipo acabara con la vida de las niñas y de inmediato con la suya. Si hay alguna dilación en el tiempo entre cometer el crimen y acabar con la propia vida, el estado de ánimo debería ser otro”, aclaró.
Tomás se mostró calmado después de acabar con la vida de sus dos hijas, incluso se despidió de su entorno.
La última conexión de su teléfono móvil fue a las 2:28 del día de la desaparición, transcurrieron más de 5 horas después de lastrar los cuerpos de las niñas.
Se espera que logren la resolución de este caso que conmociona al mundo entero. Comparte este análisis.