Un gorila demostró el amor que hay en su corazón y el vínculo que lo une con su cuidador cuando le ofreció su cariño y consuelo en un momento de tristeza.
Así como hay días buenos y el mundo entero parece sonreír a tu paso, también están esos días en los que todo parece salir mal.
En ocasiones, los problemas, el cansancio, la tristeza, el estrés pesan tanto que apenas puedes levantar cabeza y es cuando más necesitas un hombro amigo en el que apoyarte… aunque este le pertenezca a un gorila.
¿Y por qué no? Amigos los hay de todas las especies y así se lo demostró Matabishi, la gorila, a su muy querido cuidador cuando lo encontró sentado cabizbajo y con una expresión de extrema tristeza en su rostro.
En junio de 2013, Matabishi fue encontrada en un maizal a las afueras del Virunga National Park, en la República Democrática del Congo, cuando era tan solo una cría.
Al rescatarla, las autoridades notaron que tenía una herida muy profunda en el lomo y fue llevada de inmediato por atención médica al Senkwekwe Center, un refugio dispuesto especialmente para gorilas huérfanos que está ubicado dentro del mismo parque Virunga, en el área de Rumangabo.
La recuperación de la hermosa Matabishi fue total y, con el tiempo, logró adaptarse muy bien al refugio y a los otros huérfanos que ya hacían vida allí, Maisha, Ndeze y Ndakasi. Pero Matabishi no solo hizo amigos gorilas, también desarrolló fuertes lazos afectivos con las personas que la cuidan y que tanto amor y dedicación le demuestran día tras día.
Por esa razón el día que Matabishi se topó con su adorado cuidador Matthieu sentado sobre un neumático y con un gran pesar que lo acongojaba, no dudó en acercarse para manifestarle todo su apoyo y comprensión.
Fue capaz de percibir lo que él sentía en ese momento y no dudó en sensibilizarse con su dolor y ofrecerle un gesto de cariño que él jamás podrá olvidar. Además, la reacción de la gorila ha emocionado a miles de personas desde que fue captada y difundida por un fotógrafo.
Esta conmovedora escena fue captada por el fotógrafo sudafricano Nelis Wolmaran, quien ha pasado la mayor parte de su vida rodeado de la vida salvaje africana.
Como si nunca hubiese dudado de lo que tenía que hacer, en silencio y con mucho cuidado, Matabishi se aproximó a Matthieu y se sentó a su lado, copiando su expresión de tristeza.
Luego, con toda la delicadeza del mundo llamó su atención y tomó su mano.
«Matthieu es el compañero humano de Matabishi, ella lo ve como una figura paterna y como su mejor amigo», explica el fotógrafo. «Puedes ver cómo ellos son un consuelo el uno para el otro y están allí para proporcionarse apoyo, amistad y amor incondicional cuando lo necesiten».
¡Matabishi logró subirle el ánimo a su amigo! ¿Y cómo no?
«Está muy claro se adoran y que el nivel de confianza entre ellos dos es excepcional».
¡Cuánto amor en un sola imagen! Incluso de pie, Matabishi no quería dejar de demostrarle a Matthieu cuánto lo quiere y cuánto se preocupa por él.
Nada más puro que el amor de un animal, por esta y por una infinidad de razones más, es importante que entendamos que es nuestro deber cuidarlos y respetarlos de las amenazas que nosotros mismos, los humanos, hemos creado.
¡Bravo por el Senkwekwe Center y sus cuidadores! Su labor es admirable y, sin duda, diariamente recompensada por esos pequeños y ,al mismo tiempo, enormes gestos de agradecimiento como el que tuvo la preciosa Matabishi con Matthieu.
Algunos subestiman a los animales, pero ellos son capaces de sentir, ser empáticos y ofrecernos todo su amor.