En ocasiones, la compasión y el amor llegan de las maneras más inesperadas, incluso para aquellos que no han conocido más que infortunios y desgracias en la vida. Esto es algo que un chico de la calle en Manila, la capital de Filipinas, experimentó en carne propia cuando un extranjero se acercó y, en lugar de comprarle las flores que vendía, le ofreció ayuda de una manera muy especial.
Juntos, entraron a un centro comercial y se dirigieron a la tienda Nike: el extranjero estaba buscando un par de zapatos que cubrieran los pies del adolescente, destrozados de tanto andar descalzo.
Cuando el turista solicitó ayuda en la tienda para encontrar los zapatos adecuados, el vendedor decidió que lo mejor sería dejar que el chico eligiera por su cuenta. En silencio, pero notablemente emocionado, este se desplazó por la tienda y eligió un par de zapatillas para correr muy cool, las cuales, casualmente, se encontraban en descuento.
La cara del adolescente, a quien se le ve seguido vendiendo flores de jazmín y pidiendo algo de dinero en las afueras del centro comercial, se iluminó cuando se probó los zapatos, aunque también se mostraba un poco temeroso ante la posibilidad de que luego se los robaran.
Este hermoso gesto fue capturado en fotos por la supervisora asistente de la tienda, la señora Ahyan Yerro, quien contó con mucha admiración todo lo que había evidenciado en la tienda por sus redes sociales.
«Le dije al chico, mientras se probaba los zapatos que había elegido, que los cuidara muy bien y que le diera las gracias al señor, porque no todo el mundo tiene una oportunidad como esta«, recuerda la señora Yerro, a lo que el niño contestó: «Sí, hermana mayor».
Todos en la tienda estaban muy conmovidos y emocionados por lo que estaba sucediendo ante sus ojos.
Otra clienta de la tienda, Mara Karmela, una empleada del gobierno, capturó en fotografías este extraño momento de amabilidad en acción. Según ella, todos en la tienda se quedaron viendo fijamente al adolescente cuando ingresó a la tienda. «El chico era muy tímido y no hablaba mucho», cuenta Karmela
Karmela casi lloró cuando vio el gesto de alivio del adolescente al pisar por primera vez el suelo con los zapatos puestos.
Conmovido por las palabras de Ahyan Yerro, el extranjero le escribió a la empleada para darle las gracias por haber comentado lo que sucedió ese día en la tienda.
Sin embargo, este misterioso hombre no accedió a dar entrevistas ni a hacer público su nombre, pues lo único que le importa es que su gesto motive a otras personas a hacer lo mismo.
Al salir de la tienda de zapatos, este buen samaritano siguió su recorrido por el centro comercial junto al chico para comprarle ropa nueva y algo de comida. ¡Incluso le compró las flores de jazmín que se disponía a vender durante el día!
Que la generosidad de este buen hombre no se quede en un relato, comparte esta noticia para que otras personas se motiven a extenderle la mano a los más necesitados.