Tatyana Bushueva es una madre que durante 26 años mantuvo a su hija aislada sin la posibilidad de conocer el mundo exterior.
Su hija, Nadezhda Bushueva, quien ahora tiene 42 años, logró salir de casa por primera vez después de más de dos décadas de estar encerrada sufriendo los peores tratos.
Tatyana empezó a restringirle las salidas a su hija a la edad de 16 años.
La mujer de 42 años salió después de que su madre fue hospitalizada, hasta le fecha se desconoce el motivo por el cual terminó en un centro de salud.
La madre y su hija vivían en una pequeña casa en condiciones completamente deplorables, no contaban con agua ni electricidad, esto hizo que el aspecto físico de ambas se deteriorara a tal punto que desprendieran un fuerte olor.
El gran mechón sucio de cabello de la mujer tuvo que ser cortado.
Solo bastaba ver el estado físico de Nadezhda para comprobar el lamentable estado en el que sobrevivía, desnutrida y con un cabello tan enmarañado que era evidente que no se había bañado desde hace años.
La pareja de madre e hija vivían en una aldea de Arefinsky, en el distrito de Vachsky, oeste de Rusia.
Nadezha se terminó de adaptar al estilo de vida impuesto por su madre.
Ambas comenzaron a tener un estilo de vida aislado y muy diferente al resto de la sociedad, si bien el servicio social del estado y otros organismos se acercaron para brindarle asistencia, la madre siempre rechazó cualquier tipo de ayuda.
Nadezhda comentó que ella y su madre compartían cama, además tenían muchos gatos y ratas que se morían con el tiempo, sin embargo, nunca botaron los cadáveres de los animales. Al respecto ella comentó:
Mi vida es peor que la de un gato. Los gatos tienen más derechos. Ya ni quiera existo. Soy el muerto viviente”.
Esta y otras declaraciones fueron emitidas por Nadezhda después que su madre fuera hospitalizada. La mujer en primera instancia acudió al líder del consejo local, Vasily Tovarnov, a quien le contó todo lo que había padecido durante estos años.
Tovarnov en un comunicado declaró:
Nadezhda vino sola a mi oficina. Queríamos alimentarla, le preparamos sándwiches, pero ella no comió nada. Ella no está loca”.
La madre fue trasladada al hospital, hasta la fecha se desconoce su estado de salud. Es posible que haya sido referida al área de psiquiatría. Por su parte, Nadezhda le pidió al alcalde un pasaporte y un lugar donde trabajar.
Sin embargo, su estado de salud es delicado, no solo hay que atender las heridas físicas sino emocionales. No ha tenido contacto con el mundo exterior desde que tenía 16 años así que desconoce todo lo que ahora le rodea.
Enfrentar el mundo real no es fácil, mucho menos para alguien que ha estado encerrada durante tanto tiempo. Es necesario un largo proceso de sanación y aceptación.
Deseamos logre superar todos sus traumas y pueda conocer todo lo bonito que la vida tiene para darle. Nadie debería sufrir un trato tan injusto y ver sus derechos vulnerados, comparte este caso.