En medio de todo lo que ha sucedido en el mundo recientemente, ha quedado claro que la discriminación racial es un asunto grave que necesita ser atendido y remediado cuánto antes. Una prueba de esto es el pequeño experimento que realizó una mujer llamada Carlette Duffy.
Hace un tiempo, Carlette contactó al Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano para que calcularan oficialmente el precio de su casa. Un empleado público acudió y tras realizar una exhaustiva inspección, dio un precio del inmueble.
Carlette había investigado profundidad sobre el tema y no se sintió feliz con el resultado que le habían dado. Después de todo, es una mujer de color y ha tenido que pasar gran parte de su vida luchando con las diferentes formas de discriminación racial.
Meses más tarde realizaron otra inspección y el resultado fue exactamente el mismo. Fue entonces cuando comenzó a sospechar que la gente juzgaba su casa simplemente porque no pertenecía a una familia blanca.
Para salir de dudas, Carlette decidió hacer algunos cambios.
“Quité todas las fotos, mis títulos universitarios y cualquier cosa que pudiera dar pistas sobre mí”, dijo Carlette.
Carlette eliminó las diferentes evidencias que había en su casa para indicar que vivían personas afroamericanas. Todos los cuadros que hacían alusión a culturas étnicas fueron escondidos al igual que los retratos de su familia.
Por si esto no fuese suficiente, le pidió a un amigo de ella que se hiciera pasar por el dueño de la casa. Se trataba de un hombre blanco y parece que estos detalles cambiaron por completo el precio de la propiedad.
“Me sentí furiosa. Tuve que pasar por todo eso para que me trataran de una manera justa”, se quejó Carlette.
Un empleado acudió a evaluar nuevamente la casa y cuando dieron el estimado del valor de la propiedad, Carlette quedó en shock. Habían valorado la casa al menos en 100 mil dólares por encima de lo que habían acordado en las anteriores inspecciones.
La tasación final de la vivienda fue de 259.000 dólares, más del doble del monto establecido inicialmente.
La mujer se sintió profundamente indignada y decidió presentar una queja por discriminación ante el Centro de Vivienda Justa del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano.
“Hago esto por mi hija y por mi nieta. Quiero que sepan que pueden alzar la voz y defenderse cuando están ante situaciones como esta”, dijo Carlette.
Su situación ha causado furor en las redes y muchos quedan impactados al reflexionar sobre lo lejos que llega el racismo en las situaciones más impensadas del día a día.
¿Qué opinas de la diferencia de precios en la misma casa? Une tu voz y dudes en compartir este caso para exigir que cualquier forma de discriminación llegue a su fin.