Para una madre no hay nada más importante que preservar la salud de su bebé y asegurarse que de pueda crecer feliz. Lorna Hoy de 27 años recientemente tuvo que enfrentar sus peores miedos cuando su hijo menor tuvo que ser hospitalizado durante 4 días. El motivo es sumamente desalentador: alguien contagió a su bebé con herpes al darle un beso en la boca.
Lorna Hoy es madre de otro tres niños mayores que Kalo.
Los padres del pequeño llamado Kalo comenzaron a notar unas extrañas manchas de color rojo a través de su cara, pecho y brazos, así que sus padres decidieron llevarlo al hospital.
A pesar de los notorios síntomas los médicos lo enviaron de regreso a su casa en dos ocasiones sin imaginar el enorme peligro que estaba enfrentando la vida de Kalo.
Cuando las manchas empezaron a aparecer, Kalo perdió por completo el apetito.
Sus padres seguían convencidos de que algo malo estaba sucediendo. Llevaron a Kalo al Hospital Wythenshawe en Manchester y allí fue ingresado para realizarle una serie de pruebas. Horas más tarde comprobaron que en efecto el pequeño necesitaba atención médica con urgencia. Kalo resultó positivo para el virus de herpes simple.
“Tenía úlceras en la boca y necesitaba inyecciones en los ojos para asegurarse de que la infección no se propagara ya que podría cegarlo”.
Kalo permaneció hospitalizado durante cuatro días en estado grave. Para sus padres fue un alivio haber detectado a tiempo los síntomas. Cuando este virus aparece en bebés más pequeños es muy difícil que logren sobrevivir. Lo que más preocupó a sus padres fue tratar de descubrir cómo había sucedido esto y los médicos les explicaron la razón.
“Besar a los niños en la boca y compartir cubiertos con ellos es una de las formas más comunes de contraer herpes. Se propaga a través de la saliva”.
Después de pasar días muy difíciles en el hospital mientras el pequeño Kalo recibía una serie de antibióticos, Lorna decidió que era vital compartir su historia para que las personas comprendieran lo peligroso que es dejar que los bebés sean expuestos a través de besos que pueden darles sus familiares o amigos.
“Espero que nuestra historia sirva de advertencia a otros padres. Puede sucederle a cualquiera”.
Finalmente, Kalo ha sido dado de alta pero todavía conserva algunas cicatrices en su cara. Ahora el bebé podrá continuar con su familia sano y salvo.
Te invitamos a compartir esta nota para ayudar a crear conciencia sobre la necesidad de proteger a los bebés de este virus que puede ser letal.