Resulta fascinante cuando un fósil es descubierto y este trae consigo una nueva pieza de información sobre el pasado, es como descubrir una pequeña pieza de un rompecabezas que siempre evoluciona y cambia retratando una imagen cada vez más clara y nítida de cómo era la vida en el pasado.
Ganzhou, China, es un lugar al que se le conoce como “el hogar de los dragones”, bautizada así por los locales ya que en esa locación se han descubiertos cientos de fósiles que han contribuido a la investigación del mundo antes de la aparición de los humanos.
En el día de Navidad, un nido de huevos de dinosaurio en perfecto estado ha sido descubierto por unos trabajadores debajo una construcción, había alrededor de 30 huevos.
Los trabajadores estaban rompiendo la tierra con explosivos para proceder con la construcción de la escuela que se les había encomendado cuando divisaron las “extrañas piedras ovaladas”.
Al ser conscientes de la proliferación de fósiles por la que las tierras aledañas eran conocidas, los trabajadores informaron inmediatamente a la policía quienes a su vez contactaron a las autoridades correspondientes en el museo del condado.
Según los expertos, los huevos pudieran tener alrededor de 130 millones de años de antigüedad y se cree que los pudieran pertenecer a Oviraptors, debido a la gran cantidad de especímenes que se han hallado en los alrededores.
Esta especie se caracteriza por ser pequeña, tener un plumaje considerable y habitar principalmente en los territorios que hoy en día son Mongolia y China, se cree que caminaban en dos patas y que tenían picos parecidos a los de un perico.
Un hecho no muy conocido es que la mayoría de los dinosaurios tenían plumas, esto había quedado olvidado debido a que las plumas no eran apreciables en la mayoría de los especímenes descubiertos.
Sin embargo, estudios recientes han arrojado que efectivamente la gran mayoría de los dinosaurios popularizados por los medios, como el famoso tiranosaurio o los velociraptors, si bien seguían siendo máquinas de caza carnívoras, presentaban un enorme parecido con pollos o gallinas súper desarrollados. Esto resulta interesante y hasta un poco jocoso.
Además de eso, los velociraptos no eran tan grandes como Hollywood nos ha llevado a creer, en realidad estos llegaban a crecer alrededor de la estatura promedio de un perro grande, cosa destruye un poco la ilusión, ¿no lo creen?
Esperemos que por medio de este nuevo descubrimiento seamos capaces de conocer mucho más de aquellos seres que habitaron antes que nosotros nuestro hogar: la Tierra.
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