Se supone que en la infancia no hay mayores preocupaciones que aprender, descubrir el mundo y jugar mientras se disfruta de la protección y el amor de la familia. Pero lamentablemente, a algunos pequeños el destino los sorprende con injusticias.
Hay niños que ven vulnerados sus derechos y otros que tienen que cambiar la escuela, los juegos y su casa por un hospital para luchar por su salud.
Jonathan Whetstone, con apenas cinco años, lleva más de la mitad de su existencia luchando por aferrarse a este mundo.
Antes de cumplir sus 2 años, Jonathan comenzó un viaje aterrador. A los 22 meses enfermó de gripe y se complicó con una infección en su oído, pero tras un análisis de sangre se supo que el asunto era mucho peor que un simple resfriado.
Sus padres, Maryann y Mark Whetstone, quedaron destrozados cuando recibieron el diagnóstico: su hijo amado tenía leucemia infantil, un tipo de cáncer en la sangre.
«Nuestros temores se aliviaron ligeramente cuando nos dijeron que esperaban que fuera algo llamado TEC y que se resolviera a tiempo. Pero cuando el análisis de sangre estuvo listo, comprobaron que Jonathan tenía cáncer», dijo la madre.
Una biopsia en su médula ósea confirmó el diagnóstico: ALL B-Cell, la forma más común de leucemia infantil. A pesar del terrible golpe, la familia estaba lista para dar la batalla a la enfermedad y no dejarse vencer.
Y de este modo lo hicieron, pues tras un largo tratamiento y semanas enteras expuesto al dolor, el sufrimiento de Jonathan ha terminado. El pasado mes de marzo este pequeño logró tocar la campana del hospital y anunciar que había vencido la enfermedad.
Todo el personal del centro médico Hospital de Niños Prisma Health, así como sus padres acompañaron a Jonathan a anunciar que entraba en estado de remisión pero hubo una sorpresa más.
Mark, el padre de Jonathan, es bombero por lo cual el pequeño tiene un gran respeto por estos servidores sociales y al saber esto los compañeros de trabajo de Mark decidieron hacer algo bastante dulce por él y Jonathan.
El día de su remisión el Departamento de Bomberos de Columbia en Carolina del Sur junto a los bomberos de otros departamentos se unieron para estar presentes y sorprender al pequeño.
La alegría en el corazón de Jonathan no se pudo ocultar, pues sus ojitos luminosos irradiaron la más pura felicidad en ese momento.
La historia de Jonathan es realmente inspiradora por todo el coraje que este pequeño demostró durante todos estos años. Por esa razón el Departamento de Bomberos Voluntarios de Edisto, en el cual trabaja Mark, se ha unido a una campaña para recaudar fondos para este guerrero en Curing Kids Cancer.
Aunque Jonathan está oficialmente libre de la enfermedad necesita algunos cuidados antes de retomar su vida normal, además la familia todavía debe pagar algunos gastos así que cualquier aporte para este campeón es más que agradecido.
Jonathan ha demostrado ser un gran guerrero y ejemplo incondicional para todos, comparte su historia y anima a tus amigos a apoyarlo con sus bendiciones ¡Dios te bendiga, campeón!