El pasado 27 de mayo un comprador fue al supermercado, exactamente a una sede de Sainsbury’s en Basildon, Essex, como cualquier otro día para abastecerse de los productos que necesitaba en casa.
Tomó una bandeja de frambuesas sin imaginar que entre los deliciosos frutos rojos había un intruso, un ser vivo que no debería haber llegado a ese envase.
Obviamente el consumidor no adquirió el producto que venía con una rana viva incluida, se lo entregó a un empleado del establecimiento.
Este a su vez se lo dio a Laura Johnson, su compañera, quien difundió este insólito caso que se ha hecho viral en las redes.
Ella comentó que no se ha podido determinar cómo el animal llegó a ese envase, asegura que la empresa cuenta con procedimientos dentro de sus políticas de seguridad para evitar incidentes de ese tipo.
Laura comentó: “Me contactó un compañero diciendo que había recogido al animal, y que le preocupaba que lo desecharan o le hicieran daño”.
Al parecer había más de un empleado preocupado por la integridad de aquel animalito que yacía entre las frambuesas.
Así que en lugar de desecharlo tirándolo a la basura o dejándolo libre a su suerte se encargaron de contactar a una organización que trabaja por la defensa de los derechos de los animales, RSPCA, para que se hicieran cargo.
Los miembros de la institución animalista atendieron al llamado de inmediato y rescataron a la rana.
Este tipo de reptil suele encontrarse en todos los continentes, pero generalmente habitan los países con climas cálidos y tropicales.
Pero la rana del envase de frambuesas no era la única, otros clientes encontraron ranas vivas en sus productos. Uno de ellos halló una en su bolsa de espinacas.
James Brindsen, de 47 años, compró una bolsa de verduras lavadas listas para comer en la misma cadena de supermercados en septiembre del año pasado.
Cuando llegó a casa, su esposa descubrió al animal en el interior de la bolsa.
Relató que su hijo, que ama a los animales, dejó libre a la rana en el jardín con la esperanza de que se mantuviera en nuestra casa.
“Contactamos al supermercado a través de una llamada telefónica y nos ofrecieron 20 dólares y el reembolso de las espinacas que compramos por un costo de 90 céntimos”, dijo James.
Agregó que la rana se veía débil y adormitada posiblemente por la falta de oxígeno.
Desde que se hizo público el caso del envase de frambuesas, muchos usuarios en las redes han comentado que les ha ocurrido lo mismo. Ante la polémica, el supermercado se pronunció en un comunicado para decir:
“Estamos investigando con nuestro proveedor que tiene controles estrictos para que esto no suceda. Nos disculpamos y trabajamos con buena voluntad para resolver el problema”.
¿Qué harías dentro de tus productos apareciera un animal vivo? Comparte este caso.