Cada persona es libre de ejercer su sexualidad como mejor le parezca, siempre y cuando no dañe la integridad de otras personas; es por esto que existen diferentes fetiches a los que muchas personas se vuelven asiduas.
La ropa usada es uno de los fetiches más comunes del mundo, y ahora se extiende en una nueva modalidad: el negocio de vender y comprar ropa interior usada.
Esta actividad surgió en Japón y, como todo, poco a poco se ha extendido a todo el mundo, y es realmente fácil para muchos iniciarse en esta nueva modalidad que permite ganarse un dinero extra.
Todo lo que debe hacerse es usar ropa interior con normalidad, y posteriormente ponerla a la venta en Internet, donde no faltan compradores deseosos de llevárselas a sus casas, el plus que tiene fetiche es el hecho mismo de que la ropa esté usada.
“Es sorprendente que ahora hasta de esto se pueda sacar dinero, no cabe duda de que los seres humanos somos muy raros”, comentó un internauta.
Este negocio es realmente rentable, ya que la mujer que quiera vender su ropa interior ni siquiera debe comprar ropa interior muy cara, lo único que importa en esto es que esté usada. Es decir, de una tanga que le cueste unos cinco euros pueden obtener de ganancia hasta de 70 euros.
“¿Y qué pasa si recibes la tanga que usó un hombre, ¿cómo podrías saber eso?, yo no me atrevería a comprar algo así”, comentó un internauta.
La realidad es que este negocio ha sacado a varias mujeres de apuros económicos, muchas han declarado que las ganancias son realmente buenas y que en realidad no requiere de ningún esfuerzo mantener el negocio.
Aunque para algunas resulta arriesgado comercializar una prenda que tenga restos biológicos suyos. Otras comentan que es completamente antihigiénico.
“A los compradores incluso les gusta más que la prenda ya esté muy usada, entre más usada, mejor; así que en realidad ni siquiera tienes que gastar en ropa nueva”, declaró una vendedora de estas prendas.
Hay diferentes plataformas en las que se pueden vender estas prendas, en ellas, tanto el comprador como el vendedor son anónimos, lo cual garantiza su seguridad.
Una de estas plataformas tiene un total de 10 mil vendedoras, quienes tienen en promedio 35 años, y se sabe que los compradores usan la ropa como fetiche.
Sin duda este es un negocio realmente raro, pero muy seguramente el mercado seguirá creciendo y expandiéndose en otros países. Además de España en donde ha ganado muchos seguidores, el hecho de que todo pueda hacerse de manera anónima es una de sus principales ventajas.
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