Adele Thomas tuvo que pasar por una dolorosa experiencia: su bebé perdió la vida en sus brazos tan sólo minutos después de alzarlo por primera vez. El parto fue muy complicado y la pareja se encuentra devastada después de leer un informe en donde se revela el sinfín de errores que cometieron las parteras encargadas de su caso.
El bebé Zak-Ezra nació y perdió la vida en julio del 2018 pero sus padres todavía no se rinden y luchan para que se haga justicia.
Adele quedó embarazada con 25 años de edad.
Cuando Adele comenzó a sentir las contracciones se dirigió al hospital. Ella y su esposo estaban seguros de que había llegado el momento del parto pero el personal del lugar los rechazó en tres ocasiones diciéndoles que todavía faltaba mucho.
En una ocasión su respuesta fue pedirle a Adele que caminara hacia Tesco, un supermercado, lo cual ella encontró extremadamente fuera de lugar.
Adele vive en la ciudad de Ystrad Mynach en Gales.
Cuando intentaron ingresar al hospital por cuarta vez finalmente los aceptaron. Lamentablemente, el comportamiento del personal siguió siendo deplorable. El bebé Zak-Ezra permaneció 35 minutos atorado en el canal de parto lo cual le impidió recibir todo el oxígeno que necesitaba.
“Dijeron que querían cortarme para ayudar al bebé a salir pero no paraban de discutir. No tenían ninguna prisa. Cuando nació tenía la cara roja y el resto de su cuerpo completamente pálido”, dijo Adele.
Cuando finalmente nació el bebé su estado de salud era grave. Los padres podían intuirlo con tan sólo verlo pero los médicos y las matronas jamás les explicaron lo que estaba sucediendo. El bebé fue trasladado de inmediato a la Unidad de Cuidados Intensivos y perdió la vida al poco tiempo.
“Cuando los doctores llegaron a la habitación para resucitarlo encontraron a Zack tendido en la mesa. Las dos matronas debían estar trabajando en él pero estaban abrazándose en la parte trasera de la habitación”, explicó Adele.
Apenas contó con la oportunidad de conocer a sus padres. Un año después, cuando finalmente logran recibir un informe mucho más completo sobre lo sucedido, Adele y su esposo comprendieron que la irresponsabilidad de las parteras había llegado mucho más lejos de lo que ellos sabían.
Todo sucedió en el Centro de Salud Ysbyty Fawr Birth Centre.
Resulta verdaderamente indignante saber que este pequeño no recibió la ayuda que tanto necesitaba. Estos devastados padres no se detendrán hasta recibir la justicia que merecen. Debemos dar a conocer su caso y exigir que ningún otro bebé pase por esta lamentable situación.
Esperamos que se llegue al fondo de este delicado asunto. Ningún paciente merece ser víctima de actos de negligencia que pongan en peligro sus vidas, a estos padres nadie les podrá ofrecer consuelo tras perder a su bebé. Comparte este caso.