Los jueces no son infalibles, se equivocan como cualquier ser humano y algunas veces las sentencias no han sido las más justas. Dos hermanos en los Estados Unidos lo vivieron en carne propia, y después de dos décadas de sus vidas tras las rejas recibieron en compensación una cantidad millonaria.
Eric Simmons, de 49 años; y Kenneth «JR» McPherson de 46, son dos hermanos afroamericanos que viven en la ciudad de Baltimore en el Estado de Maryland. Más de dos décadas pasaron por una terrible experiencia que les cambió la vida para siempre.
Los hermanos fueron acusados de participar en la muerte de Anthony Wooden, de 21 años, quien recibió un impacto de proyectil en la cabeza que acabó con su vida, una acción que jamás realizaron. Fueron condenados y sentenciados con cadena perpetua por un Tribunal de la Ciudad de Baltimore.
Simmons y McPherson presentaron en el juicio sus respectivas coartadas, de acuerdo a la información emitida por la organización sin fines de lucro Innocence Project, que presentó las pruebas e hizo todo lo que pudo para que lograran su libertad.
La organización demostró que una informante fue comprada para que diera un testimonio falso en contra de los dos hombres, incluso se valieron de un menor de trece años de edad a quien la policía obligó a decir que los hermanos habían participado en el delito.
El caso se retomó y los fiscales revisaron las pruebas, comprobaron que se había cometido un grave error. Los hermanos agradecieron la compensación, pero no dejan de reconocer que nada podría recuperar el tiempo perdido, puesto que incluso su madre murió mientras ellos estaban tras las rejas.
«Mi madre murió en 2009 y no puedo regresar eso», dijo Simmons con mucho pesar.
La junta de Maryland decidió que debía ser entregada una retribución monetaria de 3.8 millones de dólares para compensar a Simmons y McPherson por todo el infortunio que tuvieron que vivir durante tanto tiempo, por algo que ellos jamás hicieron.
«Le debemos a estos señores no solo el pago que estamos haciendo, sino también nuestras sinceras disculpas y resoluciones para supervisar los cambios en el sistema para evitar que esto vuelva a suceder en el futuro», expresó Nancy, tesorera y miembro de la junta.