En China es bastante común comer diferentes tipos de animales exóticos, sin embargo, desde que se desató la epidemia por la cepa del coronavirus el gobierno lanzó una alerta que prohíbe la venta de estos animales para el consumo humano.
La medida ha resultado bastante coherente, tomando en consideración los aportes hechos por los científicos que ya han comprobado que los murciélagos son los responsables de esta enfermedad. Además, también han señalado a los pangolines como posible huésped transmisor del coronavirus.
Ambos animales son bastante vendidos en China por su singular sabor y sus altos contenidos vitamínicos.
No obstante, una contradictoria decisión de parte de las autoridades médicas ha quedado en evidencia en un canal de televisión nacional. El hombre informó cuál era el menú para su cena en uno de los hospitales de coronavirus de Wuhan y el plato alarmó a más de uno.
«La comida de hoy incluye carne de tortuga de caparazón blando», afirmó una paciente aislada en un vídeo publicado por los medios chinos.
El número de muertos por la contagiosa enfermedad ya ha superado la barrera de los mil, mientras que se reportan más de 44.000 contagios sólo en China. Frente a esta cifra causa polémica que pese a las advertencias se sirva este tipo de alimentos exóticos a los pacientes con esta enfermedad.
La carne de la tortuga con caparazón blando es considerada como rica en nutrientes por la medicina tradicional china y sirven para ayudar a los enfermos a recuperarse con mayor rapidez, según la tradición del país.
Estos animales pueden provenir de granjas silvestres o de crías improvisadas, sólo esperamos que los suministrados durante esa cena hayan cumplido estándares de higiene mínimas para evitar que la crisis del coronavirus se complique.
De igual forma, el menú ha sido ampliamente criticado por muchos pues no encuentran mucha coherencia frente a la terrible situación que vive el país.
La información salió a relucir de modo casi accidental en el medio independiente chino Ren Jian Zhi Bei. Durante una transmisión entrevistaron a una serie de personas dentro del hospital y un hombre que estaba en cuarentena mostró el plato de comida que le habían servido.
«Hermanos y hermanas, miren, están luchando en la línea del frente y nosotros estamos luchando en la línea del frente con ustedes», dijo la primera mujer entrevistada.
El segundo hombre mostró algunos objetos de productos personales con los que le habían dotado en el centro médico, entre ellos, una toalla, pasta de dientes, papel higiénico y zapatillas. Pero el tercero fue quien despertó polémica al presentar la comida que le habían servido.
Cada uno tendrá su opinión respecto este tipo de alimentación pero, aunque se reconozca su contenido nutritivo, no deja de ser contradictorio que aún frente al brote de un virus transmitido por animales exóticos se consuma esta clase de carnes en un hospital.
Comparte esta noticia y déjanos saber tu opinión sobre el consumo de este tipo de alimentos. ¿Deberían prevalecer estás tradiciones incluso frente a la crisis de salud pública que atraviesan?