Paige, una niña australiana de apenas cuatro años de edad, fue diagnosticada con cáncer cerebral y las probabilidades de que sobreviva son muy pocas.
Los padres de Paige habían planificado unirse en matrimonio en una celebración donde ella participaría como la niña de los pétalos. Paige estaba muy emocionada por el acontecimiento familiar.
Los padres de Paige, Tania Miller y Jacob Skarratts, acordaron posponer la boda debido a la terrible enfermedad de su hija. Ellos y los familiares comentan que no se habrían imaginado que varias de las molestias que la niña comunicaba se trataran de un tumor.
Todo empezó con un dolor fuerte de cabeza que sufrió la pequeña, Tania la llevó al hospital, pero los médicos creían que era un dolor de cabeza común.
Al paso de unos días, el padre de Paige fue quien la llevó al hospital, pero en esta ocasión le realizaron una tomografía y descubrieron un tumor cancerígeno del tamaño de un limón dentro de su cerebro.
La tía de Paige, Innez Stonnell, cuenta que días antes la pequeña “gritaba del dolor mientras jugaba” sin razón aparente.
“Ese fue el día que cambió nuestras vidas”, dijo Innez Stonnell, tía de la niña, refiriéndose al momento en que los médicos confirmaron el cáncer cerebral de Paige.
A Paige la trasladaron al Hospital de Niños Lady Cilento en Brisbane, Australia, para realizar la cirugía de extirpación del tumor, pero los médicos no lograron quitar toda la masa y descubrieron que el cáncer era terminal.
Derspués, los padres de Paige decidieron optar por la quimioterapia para aumentar las esperanzas de vida de la menor, pero Paige vomitaba y estaba más enferma a causa de los efectos de la quimio.
En los días posteriores, los médicos visualizaron que el tumor crecía más, estaba con líquido y sangre en su cerebro, una muy mala noticia.
Todos están afectados con la inesperada y devastadora noticia, pero la tía de Paige sabía que ella soñaba con ver la boda de sus padres y participar en ella, así que Innez no lo pensó dos veces y empezó a planear la boda de Tania y Jacob en menos de 24 horas.
Algo que habían querido hacer durante tanto tiempo era casarse, y no podían soportar la idea de que Paige no estuviera allí”, explicó Innez.
Al día siguiente, el mayor deseo de Paige pareciera que se iba a cumplir, Paige vería a sus padres decirse el ‘Sí’.
La noche fue mágica, un momento diferente y agradable para la familia de Paige que desde hace dos meses se encontraban en el hospital atendiendo la terrible enfermedad de la niña.
Innez decidió centrarse en los aspectos principales de una boda. Le pidió permiso al hospital, encontró a alguien que celebrara la boda y eligió un vestido de novia para Tania.
Innes recibió mucha ayuda, un amigo cercano de la hermana de Innez hizo el pastel, y una mamá del jardín de infantes de Paige trabajó como coordinadora de la boda, ella fue quien organizó la música y la decoración del hospital.
Tania se hizo su maquillaje y se arregló el cabello justo al lado de la cama de hospital de Paige.
Un enfermero disfrazado de Superman llevó a Paige por el pasillo mientras cumplía sus deberes de ‘niña de las flores’ con su hermana, Imogen, de dos años de edad.
Treinta familiares, amigos, enfermeros y médicos observaron cómo Jacob y Tania tomaban cada una de las manos de Paige cuando se encontraban en el altar del patio del hospital.
Y los padres no pudieron dejar de romper en lágrimas mientras abrazaban a Paige después de decir “Acepto”.
Paige sigue luchando, y la familia ha recaudado más de $28,000 para su tratamiento médico en GoFundMe. ¡Te invitamos a ayudarlos!
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