Cada institución educativa tiene un reglamento interno y un manual de convivencia con las normas que el estudiante debe cumplir. Dentro de ellas se encuentra mantener un corte de pelo adecuado y normal. Cuando esto se incumple, las sanciones deben ser proporcionales a la falta, y no extremas como la aplicada a un jovencito en una Institución educativa en Pearland, Texas.
Ángela Wilson es la propietaria de un spa de belleza y madre de Juelz, un chico de 13 años quien estudia octavo grado en Berry Miller Junior High.
El caso es que el estudiante se hizo un corte de pelo con un diseño especial donde se podía ver la letra «M» marcada en la cabeza.
Al parecer, el maestro y el empleado de disciplina se rieron del muchacho, y no conformes con eso usaron un marcador de tinta permanente color negro intenso en la cabeza de Juelz para borrar las marcas.
«Juelz se cortó el pelo el martes con un diseño. El miércoles en la escuela, el subdirector de Berry Miller Junior High en Pearland ISD le dijo que estaba fuera del código de vestimenta con sus diseños y decidió colorear el diseño de mi bebé con un marcador permanente«, dijo la dolida madre.
Ángela muy molesta por lo que le hicieron a su hijo presentó una demanda en contra del director, el maestro y el empleado de disciplina, quienes disfrutaron mientras cometían ese abuso, que desde todo punto de vista fue agresivo y discriminatorio, especialmente por tratarse de un estudiante afroamericano.
“Se entiende entre los académicos y el público en general que representar a los afroamericanos con piel negra como el azabache es un estereotipo racial negativo”, se lee en la demanda interpuesta por la madre.
El abogado que representa legalmente a la familia, también mantiene la opinión de que actuaron de una forma irrespetuosa con muchos prejuicios de índole raciales.
“La decisión de utilizar un Sharpie negro azabache, en lugar de un color que se pareciese más al tono de piel marrón del niño, sugiere prejuicios raciales”, comentó el abogado.
La foto fue publicada en Facebook, y alcanzó más de 5.700 reacciones, incluyó muchos comentarios de internautas enojados por el abuso cometido con el chico.
¿Qué está mal con estos maestros? Una simple llamada telefónica o enviar al niño a casa hubiera sido suficiente», manifestó, Trecey Andersen, un usuario de Facebook.
Desde todo punto de vista, el comportamiento de estas personas que forman parte de un claustro educativo deja mucho que desear. Hicieron pasar a el jovencito un momento muy vergonzoso y desagradable delante de todos sus compañeros. Se supone que esa no es la forma de modelar conductas.
Más allá de cuál sea el resultado de este caso, esperamos que los jueces envíen un contundente mensaje a los funcionarios escolares de que este tipo de comportamiento discriminatorio jamás será la forma de disciplinar a un estudiante.
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