Muchas escuelas conservan la tradición de publicar anuarios donde figuran todas las promociones de estudiantes, uno a uno, como un buen regalo para el recuerdo. Dichas publicaciones pasan por un proceso de edición, proceso que desató una gran polémica en un instituto en Florida, Estados Unidos.
La escuela se encuentra en la mira de cientos de padres indignados, ya que, en la última edición del anuario de Bartram Trail High School, las autoridades alteraron deliberadamente las fotos de 80 alumnas, añadiendo ropa sobre sus escotes y hombros, como un mecanismo de censura, sin permiso.
Por su parte, desde la escuela han asegurado a los medios locales que los cambios se realizaron para garantizar que las fotos cumplieran con el canon “modesto”que debe cumplir la vestimenta de las jóvenes.
El problema es, precisamente, que ello solo se cumplió con las estudiantes femeninas, y no así con los varones, a pesar de violar los mismos estándares impuestos. Esto ha llevado a muchos padres a calificar el hecho como una enorme arbitrariedad sexista y retrógrada.
Paradójicamente, fue una mujer quien tomó la decisión de editar de esa manera las fotografías. Pero, además, la responsable y coordinadora de la publicación del anuario, quien también labora como docente en la institución, dice que, según el “manual” se prohíbe el maquillaje excesivo o peinados alocados.
“El manual para el curso 2020-2021, detalla que las blusas y camisas de las niñas deben cubrir todo el hombro y no deben ser reveladoras. Tampoco se permite el maquillaje excesivo y todos los estudiantes tienen prohibido ponerse peinados extremos”, declaró el distrito escolar.
No obstante, no se trata de la primera vez que el tema levanta chispas en esta comunidad cercana a Jacksonville, donde estudian unos 2.500 pupilos. A principios de este 2021, tan solo en 24 horas, 31 estudiantes recibieron sanciones por supuestamente contravenir el fulano código de vestimenta.
A las fotos de las jóvenes les cubrieron el escote con un cuadro negro
En respuesta, Riley O’Keefe, una alumna de 15 años de edad, creó una campaña para cambiar esta decisión que, según opina, es clara y descaradamente discrminatorio, sobre todo para las mujeres jóvenes. La convocatoria ya ha obtenido más de 5 mil firmas en apoyo a O’ Keefe.
«El doble rasero en el anuario se refleja en que miraron nuestro cuerpo y asumieron que una pequeña muestra de piel tenía connotación sugerente», dijo la estudiante de Bartram Trail.
A pesar de que este tipo de regulaciones varían de distrito en distrito, así como de las críticas recibidas, las autoridades académicas de la Bartram Trail no ceden en su empeño por “mantener el recato” en sus estudiantes.
Sin embargo, están dispuestas a reembolsar con 100 dólares a cada padre molesto.
Asimismo, Stephanie Fabre, madre de Riley, denunció que algunas de estas ediciones han provocado estrés emocional en varias de estas chicas, ya que sus retratos fueron tan mal retocados con Photoshop, que incluso están siendo usadas como ‘memes’ en las redes sociales. Terrible.
A pesar de todo lo sucedido, no todos los padres están en contra de esta normativa. Rachel D’Aquin, otra representante, dice que aprueba los cambios de la maestra. Veremos en qué termina todo este debate acerca del recato al vestir. Comparte esta historia con tus amigos.