Existen muchas personas que viven en condiciones de calle por diversas circunstancias y la historia de algunos conmueve más que otras, como la de un brasileño que fue encontrado por la policía viviendo en un insólito e inimaginable lugar, su caso es alarmante y en extremo triste.
Lleva una vida sumamente triste
El sábado 12 de junio, alrededor de las 9:00 am, en la colonia Bandeirantes de Jundiaí, los soldados Cleon y Alirando, de la Policía Militar, recibieron la información de que una persona sin hogar dormía todas las noches dentro de una alcantarilla. Los funcionarios se dirigieron rápidamente al lugar señalado.
Cuando llegaron no podían creer lo que veían sus ojos, del interior de la alcantarilla salió el hombre y con los ojos inundados en lágrimas les confesó que tiene problemas de adicción desde hace muchos años, tiene mucho dolor en sus piernas y hace mucho tiempo que no tiene contacto con ningún miembro de su familia.
Lo ha perdido todo a sus 35 años
“Los vicios y el mal vivir es lo que los lleva a que la familia los deje y quedan vagando en la calle, necesitan tratamiento médico urgente”, opinó una preocupada internauta.
Los funcionarios policiales se conmovieron, el oficial Cleon intentó llevarlo al ayuntamiento, pero no quiso. Lo único que tenían para darle en ese momento era una barra de chocolate, se la entregaron y salieron a buscar algo de comida para darle, y aunque no demoraron mucho en estar de vuelta, no lo encontraron al regresar con los alimentos.
Ellos se conmovieron hasta las lágrimas por la situación del hombre que sobrevivía en condiciones tan deplorables y en completa soledad.
“La mayoría de esas personas se acostumbran tanto a vivir en la calle que después les cuesta mucho volver a vivir en un hogar normal”, dijo una usuaria.
Lamentablemente no es el único hombre que está en esas condiciones, de hecho, la Unidad de Gestión de Asistencia Social y Desarrollo (UGADS) lleva un control estadístico de los acercamientos que se tienen con personas sin hogar y en lo que va del año 2021 el número asciende a 214, 153, 166, 175 y 228 en los meses de enero, febrero, marzo y abril, respectivamente.
No quiso recibir la ayuda de los oficiales
No todos los acercamientos resultan en personas ingresadas a los refugios porque eso depende de que ellos acepten a ir voluntariamente a cada sitio de albergue, y tal y como ocurrió en esta oportunidad, muchos se niegan y prefieren continuar la vida que llevan en la calle.
En estos casos, los funcionarios encargados del procedimiento tienen la obligación de ofrecerles por lo menos mantas y ropa para protegerse del frío, alimentos y kits de higiene personal. Pero nada es mejor que tener un techo seguro en el cual dormir.
Comparte este desgarrador caso con todos tus amigos y deseemos de todo corazón que las personas en condiciones de calle puedan reencontrarse con sus familias y mejorar su situación.