Desde que los niños inician su etapa escolar se acostumbran a reforzar los conocimientos aprendidos en casa a través de los deberes que promueven su disciplina y el hábito de cumplir con las tareas asignadas con el apoyo de los padres.
En algunos casos los padres se quejan alegando que los profesores no deberían enviar tantos deberes a casa tomando en cuenta que los niños permanecen en el colegio durante largas jornadas en las que dedican su tiempo al aprendizaje.
Aseguran que el resto de las horas del día deberían hacer actividades extraescolares, compartir en familia y tener entretenimiento.
Un grupo de representantes de la escuela primaria del barrio Limache de la ciudad de Salta en Argentina se pusieron de acuerdo para manifestar a las autoridades del centro educativo su descontento con los deberes que eran asignados a sus hijos.
En las afueras del establecimiento se congregaron los padres para protestar asegurando que los profesores asignaban muchas tareas a sus hijos. Aunque según los docentes estaban preocupados por la incomodidad que representaba para ellos acompañar a los pequeños y ayudarlos a hacer los deberes que catalogaban como “su responsabilidad”.
Ante las contundentes quejas de los padres los profesores decidieron reaccionar al respecto y lo hicieron a través de una nota que fue puesta en un pizarrón en el que se colocan notificaciones en la escuela.
Esto es lo que dice el controversial mensaje:
“Queridos papitos. Atiendo a su solicitud de no enviar tareas para la casa, porque es nuestra responsabilidad como profesores enseñar las materias y no de ustedes, es por eso por lo que quiero pedirles que no manden más a la escuela a niños irresponsables, faltas de respeto, que no se hayan bañado, deshonestos, perezosos y prepotentes, porque esa es su responsabilidad y la deberían delegar a los maestros”.
Los profesores consideran que la enseñanza de los pequeños compete tanto a los docentes como a los padres, y creen en la importancia de que estos estén involucrados en su aprendizaje.