Frente a los fenómenos naturales que están azotando al mundo, las autoridades están muy pendientes de la activación de los protocolos de seguridad.
Ahora se trata de la erupción del volcán de Taal en Filipinas, por el cual han sido evacuadas cerca de 100.000 personas de la región de Calabarzón según el Consejo Nacional para la Gestión y la Reducción de Desastres Naturales (NDRRMC).
Las provincias de Batangas y Cavite han sido declaradas en estado de calamidad.
El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs) no ha descartado el alerta nivel cuatro, lo que significa que existe la posibilidad que otra peligrosa erupción en horas o días.
Las autoridades advierten la necesidad de evacuar totalmente la isla del volcán Taal y las zonas alto riesgo, dentro de un radio de 14 kilómetros que va desde el cráter del volcán y a lo largo del valle del río Pansipit.
Este volcán es uno de los más activos de Filipinas ha entrado en erupción en más de 30 ocasiones en los últimos 5 siglos, la última que lo hizo fue en 1977.
Tras el repentino disparo de una columna de cenizas y vapor a una altura de 14 kilómetros del volcán Taal hacia el cielo fueron evacuadas del área miles de personas.
Los relámpagos crepitaron dentro del humo y los temblores sacudieron el suelo.
Decenas de vuelos nacionales e internacionales fueron suspendidos y puestos en espera durante al menos cuatro horas el domingo 12 de enero por la noche en el aeropuerto internacional de Manila.
Las autoridades advirtieron el riesgo de que la erupción causara un tsunami en el lago donde se encuentra el volcán Taal, a unos 73 kilómetros al sur del centro de la capital, Manila.
Lamentablemente dos personas han perdido la vida por la repentina erupción de este volcán.
Las autoridades se apresuraron a evacuar a más de 6.000 residentes de una isla ubicada en medio del lago donde se encuentra el volcán.
Los residentes ayudaron a limpiar las calles cubiertas de cenizas mezcladas con agua de lluvia.
Habitantes y turistas no pierden la oportunidad de tomar fotos de las columnas de cenizas que se elevan desde el volcán Taal desde la ciudad de Tagaytay en la provincia de Cavite, a más de 60 kilómetros al suroeste de Manila.
«Evacuamos rápidamente cuando el aire comenzó a oler a pólvora y se volvió fangoso por la caída de cenizas «, dijo Renelyn Bautista, una ama de casa de 38 años de la ciudad de Laurel y madre de dos hijos.
Un portavoz del instituto recordó a todos que la pequeña isla donde se encuentra el volcán es una «zona de peligro permanente».
A pesar de la existencia en el lugar de pueblos pesqueros durante años, a quienes les pidió estar atentos a posibles perturbaciones del agua del lago.
Antes de la explosión impulsada por el vapor las autoridades registraron un enjambre de terremotos.
Algunos de ellos se sintieron con sonidos retumbantes y una ligera inflación de partes del volcán.
Muchos de los residentes que fueron sorprendidos con esta erupción usaron bolsas de plástico para protegerse de las cenizas mezcladas con agua de lluvia.
Los vehículos fueron cubiertos de cenizas mezcladas con agua de lluvia reduciendo la visibilidad de los conductores.
Ante la presencia de cenizas pesadas y ligeras en diversos lugares a varios kilómetros del volcán las autoridades recomendaron a los residentes que no salieran de sus casas y usaran máscaras.
Cerca de 70.000 habitantes evacuados fueron recibidos en 300 refugios.
Filipinas se encuentra en el llamado ‘Anillo de Fuego’ del Pacífico, una región propensa a terremotos y erupciones volcánicas.
Es uno de los países con mayor probabilidad de presentar desastres naturales en todo el mundo.
Cerca de 20 tifones y tormentas cada año también azotan a este país que se encuentra entre el Pacífico y el Mar del Sur de China.
Esperamos que el riesgo de peligro desaparezca y todos puedan volver a su vida normal. Comparte esta información, es importante estar alerta ante la crítica situación ambiental.