Unos felices turistas terminaron con un mal sabor de boca después de descubrir que sus bebidas estaban aderezadas con materia fecal humana y que incluso las frutas decorativas eran lavadas con agua de los baños públicos.
Seguro que esto te ha impresionado y hasta dado cierto asco como a mí, pero la triste realidad es que ha sucedido y esperemos que no se repita.
El hecho ocurrió en las concurridas localidades de Benidorm y Barcelona, dos lugares por demás frecuentados por miles de turistas. Allí, aparecieronvendedores ofreciendo tragos a mitad de precio de los bares cercanos. Los famosos mojitos o la Piña Colada eran ofrecidos en las playas a un precio irresistible.
Sin embargo, algunos turistas desconfiaron del aspecto no muy presentable de algunos vendedores, a pesar de que varios de ellos hasta contaban con uniformes de los bares cercanos, lo que generó confianza en los potenciales consumidores de los baratos cócteles.
El tema es que, tanto llamaron la atención estos vendedores de algunos turistas que comenzaron a seguirlos y observar su comportamiento y cómo era posible que lograran precios tan baratos en zonas caras.
La verdad no tardó en salir a la luz. Uno de estos turistas, publicó en una cuenta de Facebook del centro turístico de Benidorm, donde afirmaba que había visto a uno de estos vendedores, cortando la fruta en la tapa de un recipiente muy poco higiénico y sacando las botellas de bebidas alcohólicas de los desagües.
La policía actuó y arrestó a tres individuos, después de descubrir batidoras, pajitas, fruta y bebidas dentro de desagües sumamente sucios, llenos de bacterias y en condiciones deplorables. Por ejemplo,
la fruta podrida por el calor que era guardada en baños públicos entre la orina y excremento propios de los pisos de estos recintos, donde antes de ser puesta en la licuadora, era “lavada” en los baños.
Lauren Bate, una escritora de blog de viajes, criticó duramente este accionar de parte de estos irresponsables que jugaron, por suerte no impunemente, con la salud de varios ciudadanos que, confiados y ante las ofertas, sólo tenían intenciones de disfrutar de unas buenas vacaciones.
Lamentablemente los turistas siempre corren el riesgo de ser engañados y aprovechados por gente inescrupulosa como esta, que juega con la buena fe y el desconocimiento de los que no son locales en determinado lugar.
Por suerte, cada vez las autoridades de muchos países controlan y cuidan más a todos los que alguna vez queremos conocer otro lugar y disfrutar de él.
Comparte esta insólita historia con todos tus amigos y, la próxima vez que te ofrezcan una bebida demasiado barata en la playa, investiga bien si sólo es una promoción, o hay algo más detrás de la oferta.