El coronavirus no es la única enfermedad que puede cambiar drásticamente la vida de las personas. Esto lo sabe bien una familia del este de Iowa, en los Estados Unidos, que ha vivido los peores meses de su vida, incluso antes de la aparición de la pandemia, previo a las celebraciones navideñas.
Hace un par de meses te contamos la historia de una hermosa niña de solo cuatro años de edad, llamada Jade DeLucia, quien perdió la vista a causa de una simple gripe debido a que no recibió una vacuna preventiva a tiempo.
Jade DeLucia se robó el corazón de miles de internautas alrededor del mundo cuando las complicaciones de un caso grave de influenza B la hicieron quedarse ciega. Es una niña alegre, ama el color púrpura, los unicornios, los cachorros y puede ser un poco traviesa. Sin embargo, hace unas semanas, era completamente diferente.
La tragedia de la pequeña comenzó unos días previos a la Navidad, su madre Amanda Phillips, sabía que Jade tenía un resfriado, pero al verla jugando le restó importancia y pensó que todo estaba bien. Pero una inesperada mañana, Jade no respondía.
Después de varias semanas en el hospital recuperándose, Jade tuvo progresos. Pero una complicación de la gripe le hizo perder la vista.
“Sus pupilas eran básicamente del tamaño de todo su ojo, y tenía una mirada en blanco en su rostro”, dijo Phillips.
La pequeña tenía una afección llamada encefalopatía necrotizante aguda, consecuencia de la influenza B. Fue atendida por la Dra. Theresa Czech, del Hospital de Niños de la Familia Stead, de la Universidad de Iowa, quien fue sincera con los padres y les confesó que no sabía qué sucedería a largo plazo con la visión de la niña.
Afortunadamente, después de muchos días bajo supervisión médica Jade mejoró y unas semanas después de salir del hospital, recuperó la vista.
“Seguía a las personas. Fue tan genial que pudiera ver de nuevo, fue lo mejor”, afirmó la madre.
En una revisión reciente, Czech vio la transformación de Jade, de ser una paciente críticamente enferma de cuatro años a ser nuevamente una niña normal.
“Es una chica tan brillante y alegre que está llena de amor, y estoy muy feliz de que se haya recuperado bien”, dijo Czech.
Todos en su familia tienen la esperanza de un futuro saludable para la pequeña Jade y esperan poder celebrar muy pronto una Navidad que la niña pueda ver por sí misma.
“Será un poco más alegre ya que tenemos a Jade nuevamente. Creo que será una muy buena Navidad este año”, comentó la madre.
Actualmente, Jade tiene programada una cita con un oftalmólogo para comprobar que se está recuperando y, cuando comience el jardín de niños, los médicos continuarán monitoreando su desarrollo.
Esperamos que está pequeña pueda olvidarse por completo de las noches en el hospital y que no pare de descubrir el mundo con sus hermosos y brillantes ojitos.
Recuerda que no debemos subestimar el peligro de ninguna enfermedad, es importante detectar los síntomas a tiempo. Comparte este caso.