El drama de las personas sin techo es una lacra social que aqueja a muchos países. Y desde luego, con la crisis del coronavirus, la situación de pobreza y hambre para muchos indigentes, es más grave aún.
Pero afortunadamente, hay quienes no pasan de largo, y deciden darles una mano, dándonos verdaderas lecciones de humanidad.
El lujoso Fownes Hotel, ubicado en Worcester, Inglaterra, fue obligado a cerrar para atender a sus clientes haituales, como muchos otros, por la cuarentena. Sin embargo, decidió abrir sus puertas de par en par para hospedar a personas sin hogar, cumpliendo eso sí todas las normas de seguridad e higiene.
El Fownes Hotel tiene 62 habitaciones de lujo que cuestan 200 dólares por noche
Pero mientras todo permaneció cerrado en Inglaterra, acogieron a 45 indigentes sin techo, a quienes les dieron hospedaje y alimentación gratuita.
La gerente del hotel confiesa que en realidad fue una iniciativa de los propios empleados, a quienes no les importó trabajar el doble, ya que la plantilla fue reducida a la mitad.
“Somos el único hotel en Worcester que hace esto. Todos los demás cerraron sus puertas. Mi personal es muy valiente. Han superado su rol laboral, absolutamente. Nos ha acercado a todos como equipo», dijo la subgerente Julie Merrick.
Casi la totalidad de las habitaciones estuvieron ocupadas por los aparentemente «rudos» sin techo, traídos de las calles por el Ayuntamiento de Worcester.
El jefe de cocina Andrei Eugen, tuvo que trabajar los 7 días de la semana para poder ofrecerles 3 comidas a sus huéspedes, entregados directamente en sus habitaciones en contenedores desechables para reducir el riesgo de transmisión del virus.
Sin embargo, sí tenían cierto temor de que no se comportaran a la altura de un hotel de lujo y lo estropearan, así que inventaron un sistema de recompensas mediante el cual se les entregaría pizza a quien respetara a rajatabla las normas del hotel.
Lo cierto es que la respuesta de los huéspedes superó con creces lo que esperaban. Y se mostraron absolutamente agradecidos. Peter Swinbourne, de 48 años y que llevaba 25 años sin hogar, confesó:
«Nunca he dormido en una cama doble antes. Estoy feliz aquí, este es un hotel de cinco estrellas que aloja a personas sin hogar», comentó.
“He sido bien atendido. Ha sido excelente. La comida también es excelente. Me siento mucho más saludable que cuando entré», dijo Terence Marriott.
Pero algunos quisieron ir más allá y tuvieron la genial idea de pagar con su propio trabajo la gran obra de caridad que estaban recibiendo: por su propia iniciativa comenzaron a limpiar los jardines del hotel, las habitaciones e incluso ayudaron en la cocina.
Tal como sucedió con Eddie Boult, uno de los huéspedes que era albañil y que construyó nueva pared y un patio, en sólo 4 días.
«Lo hice porque estaba aburrido pero también como un agradecimiento al personal. Realmente me han cuidado», declaró Eddie.
Los directivos del hotel realmente estaban sin palabras al ver la respuesta de sus huéspedes.
Pero como en todo, siempre hay gente malintencionada, que criticó el gesto del hotel, levantando el rumor de que los sin techo lo destrozaron por dentro, cuando siempre ha sido impecable. Pero pronto se aclaró todo.
«Han sido «encantadores» y «agradecidos» por el apoyo que se les ha brindado, tratando sus habitaciones «con respeto», dijo la gerente.
Esta ola de solidaridad afortunadamente, no ha terminado ahí. Ahora hay un proyecto del Gobierno que pretende abordar sus adicciones, darles apoyo profesional y conseguirles un alojamiento seguro.
Comparte esta emotiva historia que nos devuelve la esperanza en la humanidad y que incluso en las situaciones límite todavía se puede obtener lo mejor del ser humano.