Chris y Nancy Weiss, ambos de 43 años, como muchas parejas, se habían llenado de ilusiones por formar una familia. Pero por más que pusieron todos los medios, el deseado bebé no llegaba.
La pareja de Atlanta se sometió a todos los tratamientos posibles para poder concebir de manera natural durante más de 2 años. Pero tristemente, nada parecía surtir efecto, hasta que se atrevieron a dar el paso con un proceso de fecundación in vitro (FIV).
Tras 5 intentos fallidos a través de una FIV y un embarazo químico, decidieron que no se podían dar por vencidos. Ni la avanzada edad de Nancy para poder concebir, ni todo lo que algunas personas les decían para desanimarlos, lograron que ellos desisitieran de su sueño de ser padres.
Así que alguien les habló de la adopción, pero no de un niño ya nacido, sino de la adopción de un embrión congelado.
En Estados Unidos se estima que hay más de 500.000 embriones congelados que nunca se transferirán.
Se trata de transferir un embrión de parejas que ya han usado sus embriones de manera exitosa y que no desean ser padres de nuevo.
Y aunque para Nancy, la tasa de éxito era del 50%, milagrosamente se quedó embarazada inmediatamente. Pero lo que no sabía era que el embrión que le implantaron había sido concebido en febrero de 2004, es decir que su bebé aunque nacería en 2017, ya tenía una edad cronológica de 13 años.
Luna nació sin ningnuna complicación el 31 de diciembre de 2017.
«Todavía me sorprende cuando hablo de eso, es muy difícil explicar que nuestra hija había estado congelada durante 13 años», dijo Nancy.
Sin duda, esta puede ser una gran solución para muchos padres que ni siquiera a través de una FIV logran concebir, ya que además de que una FIV con una donante de óvulos puede sobrepasar los 30.000 dólares, la adopción de embriones no llega a los 5.000 dólares, como fue el caso de los Weiss.
Nancy confiesa que quedó completamente desconcertada al enterarse del real tiempo que había permanecido congelada su bebé, ella pensó que la habrían congelado durante 2 años, pero después conoció la verdad.
«Estos embriones son el maravilloso resultado de ciclos de FIV previamente exitosos. En algunos casos, una pareja puede haber tenido tantos hijos como deseaban y se quedan con un excedente de embriones congelados.
Luego se enfrentan a la opción de destruir los embriones no utilizados, usarlos para la ciencia o, como fue el caso de nuestra pequeña Luna, hay unos pocos elegidos que optan por donar a otras parejas como nosotros que esperan formar una familia», escribió Nancy en su cuenta de Facebook.
«¡La adopción de embriones está comenzando a ser más popular ahora entre las parejas que no pueden concebir por sí mismas y no podríamos estar más agradecidos por este regalo!», continuó.
«Luna es verdaderamente una niña única».
La orgullosa mamá aprovecha cada oportunidad para alentar a otras mujeres que desean ser madres. Ha dicho que además de cuidar la salud, lo primordial es mantener una actitud siempre positiva.
«Nuestra niña milagrosa fue congelada a tiempo para después de 13 años poder darle un vientre para que crezca y se convierta en la hermosa bebé que es hoy», concluyó.
Nos alegramos que esta pareja haya podido cumplir su sueño de ser padres y que esto sirva de estímulo para tantos más que se encuentran en ese proceso de querer serlo. Comparte esta noticia para celebrar el don de la vida.