Lynn Harrison es una amorosa madre que se dedica a dar cada día lo mejor para su hija, Tammy, quien sufre de parálisis cerebral. Esta valiente niña lidia día a día con trastornos del movimiento.
Sus músculos son algo débiles y sufren de temblores y problemas de coordinación. Sin embargo, Tammy es muy lúcida mentalmente así que está al tanto de todo lo que sucede a su alrededor
Tammy apenas tiene seis años de edad.
El año pasado cuando la Escuela Primaria Jeavons Wood, celebró el día de los deportes; Lynn estuvo allí para poder alzar a Tammy en sus brazos y poder completar una carrera.
El resultado fue maravilloso y la pequeña cruzó la meta con una enorme sonrisa y sus ojos brillando de alegría.
Tammy vive con su familia en la ciudad de Cambourne en Inglaterra.
Lamentablemente, este año no pudo suceder exactamente lo mismo ya que la dirección de la escuela se negó por completo a que Tammy participara con la ayuda de su madre.
“Hay veces en las que la Escuela me llama para que ayude a Tammy a ir al baño porque están cortos de personal. Cuando les conviene sí debo ir a ayudar”.
En cuando Lynn se dispuso a ayudar a su hija para integrarla a las actividades del día, le dijeron que no podía continuar ya que estaba incumpliendo con las normas de la Escuela.
La amorosa madre pensó que entonces alguien más se encargaría de ayudar a su hija a participar, pero le explicaron que el procedimiento ahora debía ser que Tammy no saliera de su silla de ruedas.
“Ella es mi hija y necesita mi ayuda. Todos los otros niños están participando y ella no. Incluso me dijeron que tenía que irme de las instalaciones de la Escuela”.
Lynn no estaba dispuesta a permitir que su hija fuese excluida de una actividad tan importante. Se quedó allí e insistió una y otra vez que era su deber como madre ayudar a Tammy, especialmente si la Escuela no lo estaba haciendo.
Recibió el apoyo de otros de los padres que estaban presentes y frente a todos, tomó a su hija para que cruzara la línea de la meta junto a ella.
“Entiendo que otras personas no pueden levantarla de la misma manera en que yo lo hago. Pero yo soy su madre y si ya estaba allí ¿por qué no me permiten ayudarla?”.
Esperamos que se pueda llegar al fondo del asunto para que Tammy y cualquier otro niño en condiciones especiales puedan sentirse incluidos y aprovechar al máximo cada actividad para divertirse y aprender.
Comparte esta historia para apoyar a Lynn y a tantos padres que no paran de luchar por el bienestar de sus hijos.