Una madre es posiblemente el ser más amoroso que existe sobre la tierra. Ellas tienen la capacidad de amar a sus hijos hasta límites insospechados, sacrificando todo lo que haga falta por ellos, incluso su vida.
Meliah Md Diah, originaria del estado de Kedah en Malasia, es una prueba de ello. Esta mujer de 101 años de edad no conoce límites a la hora de cuidar y amar a su hijo, Abdul Rahman, quien lleva haciéndose cargo de su hijo discapacitado de 63 años toda su vida.
Su tía Siti Jaleha Yunus, de 59 años, que vive en la vivienda de al lado, comentó que aunque su sobrino es deficiente mental y físico pareció comprender la pérdida de su madre y quedó asolado en silencio. Ama de casa y madre de 5 hijos, será ella quién se encargue a partir de ahora de Abdul. Así se lo pidió Meliah al morir, y ella está dispuesta a cumplir esa promesa con todo su corazón.
Le dijimos a Abdul que su mamá había fallecido. A pesar de su deficiencia mental y física, pareció entender lo que había ocurrido y permaneció asolado en silencio.
Meliah Md Diah de 101 años de edad, de Malasia, murió cuidando a su hijo discapacitado de 63 años hasta el último momento. La abnegada madre le ofreció todo su amor hasta que dejó de respirar, entregó su alma a velar por él a pesar de su edad.
Se espera que una mujer de esa edad tenga problemas para moverse o para recordar cosas, pero Meliah siempre mantuvo fuerza para cuidar bien de su hijo, él nunca dejaría de ser su pequeño.
Efectivamente con el paso de los años se deteriora el cuerpo, las capacidades neurológicas se pueden ver afectadas, la vista, la audición, el organismo refleja las consecuencias del cansancio y la vejez. Pero para esta madre, el amor era más fuerte que cualquier dificultad.
Abdul Rahman, sufre una deficiencia física y mental que no le permite caminar ni hablar. Su madre siempre lo atendió durante 63 años, ella simplemente cuidaba de todas sus necesidades ¡Qué madre tan amorosa!
Hasta que un día los problemas respiratorios terminaron con la vida de Meliah y su hijo fue llevado inmediatamente con ella para pasar juntos sus últimos minutos de vida. No merecían estar separados aunque se tratara de un momento tan duro.
Es admirable y muy conmovedor saber que cosas como estas pasan en el mundo, es probable que con esta historia hayas recordado la calidez de la maternidad ¡Muchas mamás están dispuestas a dar todo por sus hijos, como Meliah!
Nada se compara como este amor desmedido que va más allá de la vida. El amor incondicional y eterno sí existe y no solamente surge en las parejas, conocer historias como esta nos hace vislumbrar una luz de esperanza en medio de las situaciones difíciles que vivimos.
Seguramente desde el cielo estará velando por su hijo como un ángel guardián. Y él siempre la llevará en su corazón y recuerdo, fueron muy afortunados al tenerse el uno al otro.