Era un soleado día de verano cuando esta madre y sus diez retoñitos se dispusieron a cruzar la calle, con el típico movimiento de caderas que les caracteriza. De pronto eran nueve, ocho, siete pequeñitos… hasta que no quedó ninguno.
Preocupada, esta mamá descubrió que todos sus hijitos habían caído por una alcantarilla y comenzó a gritar llena de angustia. Y es que los patos adultos pueden pasar por encima de las alcantarillas sin ningún problema, pero para estos patitos bebés fue muy peligroso. Afortunadamente, algunas personas que se encontraban cerca se percataron de la situación por la que estaba pasando nuestra desafortunada mamá pata y, sin perder un segundo, acudieron a su rescate.
Angustiada e impotente, pedía ayuda a un lado de la alcantarilla
Se podían ver a los diez patitos suplicando por su mamá, sin entender lo que pasaba.
Mamá se mantuvo pendiente cada segundo. ¡Qué angustia!
Finalmente pudieron rescatar a uno de ellos usando un recipiente, el lazo de un zapato y una varita.
Uno a uno, cada patito fue rescatado.
Y mientras la mamá estaba al pendiente de las labores de rescate, se buscó el mejor asiento para esperar a sus bebés
Finalmente… ¡Todos a salvo!
¡Qué felicidad estar todos juntos de nuevo!
Y aquí están, en una jaula segura. ¡Pero no te preocupes! Sólo fue para transportarlos al centro de control de animales más cercano… ¡directo a la libertad!
Gracias a buenas personas como los chicos que ayudaron a esta mamá, ahora la familia emplumada sigue paseando en algún lugar idílico. Ojalá nunca lo olviden y que hayan aprendido la lección.
Si tú tampoco olvidarías una lección así, compártelo en Facebook. ¡No cuesta nada! 😉