Perder a un hijo es una de las cosas más duras de la vida de la una madre jamás se recupera. Pero siempre queda la esperanza de pensar que ya está descansando y aunque sea en sueños poderle ver a la cara para poderle decir cuánto se le echa de menos.
Y aunque a algunas personas la presencia cercana de seres queridos que ya han fallecido les produce cierto temor, a otros les parece un privilegio poder sentirlos. De hecho, existe la creencia que si algún fallecido visita el hogar está «recogiendo los pasos» antes de marcharse para siempre al Cielo. Otros simplemente se mantienen incrédulos a los fenómenos paranormales.
Pero de lo que esta madre fue testigo, definitivamente pondrá tus pelos de punta…
Jennifer Hodge es una mujer de Atlanta, Georgia, que perdió a su hijo Robbie hace 2 años, como producto de una aparente sobredosis.
La mujer de 57 años relata que estaba en la cama viendo la televisión junto a su hija Lauren de 21 años, cuando de repente recibió un mensaje de alerta en su teléfono que decía:
«Eche un vistazo. La cámara de la entrada ha divisado una persona a las 11h51 p.m. del 5 de enero».
Cuando Jennifer revisó la imagen se quedó totalmente en shock. Era demasiado evidente como para dudarlo.
Pudo ver perfectamente la silueta de un fantasma que caminaba por la cocina y lo pudo identificar: era su hijo Robbie.
Jennifer dijo que se estaba «volviendo loca» después de ver a la extraña figura, pero en lugar de sentir temor experimentó un gran consuelo en su corazón, ya que está convencida de que es una señal de que su hijo está en paz.
La madre afirma que Robbie era un «ser humano generoso, cariñoso y amoroso».
Las cámaras de seguridad efectivamente parecen mostrar una figura masculina vistiendo un pijama blanco en la cocina de la familia.
«¡Mamá, hay una persona en la cocina … Mamá, ese es Robbie! Estaba aturdida», dijo la madre sobre la reacción de su hija la ver las imágenes. «Y se parecía a él, con barba y todo», agregó.
Imediatamente después, no sintieron miedo y fueron a la cocina para ver si veían la fantasma de su hijo pero no encontraron evidencia de un allanamiento en la casa y desde entonces las cámaras han reportado nada similar.
«Ahora, siento que me estaba diciendo que está feliz en el cielo», reconoce la madre.
Sin embargo, no deja de estar impactada y preguntarse por qué ella lo pudo ver.
Robbie falleció a los 23 años en 2016 después de lo que se cree que fue una sobredosis accidental con Xanax.
Su madre y su hijo incluso habían fundado una organización para ayudar a las personas a combatir la adicción, antes de que perdiera la vida.
Coincidencia o no, las cámaras no mienten. Y la silueta que Jennifer vio no era la de un delincuente. ¿O acaso un bandido acude a robar a una casa en pijama?
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