Tomarse un tiempo y darse unas vacaciones es vital, sobre todo para las madres. Porque, las madres trabajan a tiempo completo.
Muchas de ellas, además de laborar en la calle, lavan, planchan, cuidan de sus retoños, y entre tantas actividades diarias, no logran regalarse un tiempo solo para ellas.
Las madres necesitan regalarse amor y tiempo de descanso a ellas mismas, a solas.
Otras, son padre y madre al mismo tiempo, hecho que les endosa a muchas una carga extra de esfuerzo.
Por eso es que necesitan ellas también unas vacaciones de cuando en vez. Eso sí, preferiblemente en soledad, para que puedan recargar sus baterías como debe ser.
A la hora de describir a estas mamás trabajadoras, luchadoras emancipadas y, muchas veces, agotadas, los psicólogos son contundentes.
Todos ellos se han puesto de acuerdo en afirmar que, darse un tiempo para ellas en unas buenas «macaciones», no solo se puede, sino que es necesario para su buena salud.
“Ser madre es un trabajo a tiempo pleno, entre lavado, limpieza, compras, seguir a los bebés en casa y fuera en todas sus actividades y citas.
Se trata de madres trabajadoras que, definitivamente, deben tomar vacaciones”, se lee en un estudio.
Esta pausa para estar consigo mismas y alejada algún tiempo de las responsabilidades del hogar, vuelve mucho más amorosas a las mamás.
Pero, no solo eso, después de ese breve descanso llegan a casa regeneradas, con las pilas bien puestas.
En este sentido, detenerse un minuto y olvidarse de la tarea más hermosa y difícil del mundo, como lo es la de criar y educar a los hijos, es bueno. No solo para las mamás. Beneficia a todos en la familia.
“Un pequeño descanso de la rutina habitual de los compromisos diarios es fundamental.
Regenera el ánimo. Al regresar, usted será una mejor madre y esposa, descansada, paciente y agradecida por lo que tiene”, agrega el artículo.
Si bien no todas las mamás del mundo tienen el tiempo y el dinero para darse una escapadita solas, no todo está perdido. Existen numerosas formas con las que puedes aliviar el estrés.
Es posible irse de vacaciones, solo basta con saber planificarlas. Alejarte de la rutina de cada día no es una tarea titánica, como se cree. Mejor dicho, no solo es posible, sino necesario.
Anticipa todo con un poco de tiempo y organiza bien tu propia agenda. Negocia con tu pareja y aparta una cantidad suficiente de dinero para tus merecidas vacaciones. ¡Date a la fuga y relájate!
El mundo no se va acabar porque dejes los platos sin lavar, la comida sin hacer, o la casa sin fregar. Aunque te parezca difícil de creer, nada pasa si no lo haces todos los santos días, desde que Dios amanece, hasta que se acuesta. NO. Escindirse de este tipo de tareas es fundamental para la salud psicofísica.
Por ejemplo, una mañana libre entre semana. Si para ti como mamá el fin de semana es sagrado, regálate otro día cualquiera.
Vete de compras, consiéntete con algo bonito. Haz cursos que te gusten, o lo que sea que te haga sentir cómoda y feliz. Tu familia y tu salud te lo agradecerán.
Definitivamente, la tarea de ser mamás y papás es para toda la vida. Sin embargo, es necesario repotenciarse y descansar, recrearse y pensar un poco en ti misma.
Con esto, también estarás pensando en una buena forma de brindarle una mejor calidad de vida para los tuyos.
No te avergüences de pedir ayuda a tus padres para que cuiden un rato a de sus amados nietos. Los niños también necesitan de ese contacto con sus abuelos. Tampoco tengas temor de hablar claro con tu pareja y pedirle un tiempo y un espacio íntimo, unas merecidas vacaciones solo para ti, mamá.