La pandemia ha arrebatado la vida de miles de personas. Aunque muchas veces son reducidas a simples estadísticas en las noticias, cada una de ellas fue especial para sus seres queridos y amigos. Con su partida dejan un gran vacío y una tristeza enorme.
Esto es lo que vive una familia de California, Estados Unidos, que quedó devastada tras la pérdida de Ashley Gómez, una enfermera de solo 30 años que perdió la vida tras contraer coronavirus durante su embarazo.
Ashley se encontraba en el octavo mes de embarazo de su sexto hijo, siendo ya una madre amorosa para sus primeros cinco hijos y una esposa incondicional para el amor de su vida, llamado Wilber Gómez.
Su esposo la trasladó al hospital tras percatarse de que estaba enferma, confiando en que pronto se recuperaría y volvería a casa, a su lado. Pero las cosas no fueron así, tuvieron que adelantar su parto y conectarla a un respirador para mantenerla con vida.
El equipo médico hizo todo lo que estaba en sus manos para cuidar de ella, hasta que su organismo no toleró más medicina y Wilber tuvo que volver al hospital, pero para decirle adiós a la madre de sus hijos.
No se podía hacer nada más para salvarla
“Su madre era una buena persona, una madre que tenía un corazón grande para ellos. Le dije que haría todo lo que estuviera en mi poder para que todos los niños sepan de ella. Mi corazón se rompió a la mitad porque ella se llevó la otra parte”, señaló Wilber, consternado.
Desde la partida de su esposa, este abatido hombre no ha podido encontrar consuelo y le es imposible dejar de llorar. La responsabilidad que el universo ha puesto sobre sus hombros es muy grande, pero dará todo de sí para honrar la memoria de Ashley.
Tristemente, Ashley no pudo conocer ni abrazar a su pequeño bebé. Pero la familia asegura que se encargará de mostrarle fotografías de su madre al bebé y de hacerle saber que ella lo amaba por encima de todas las cosas.
Wilber ahora es un padre soltero de 6 niños. Trabaja humildemente como cartero y, por eso, la familia ha iniciado una recaudación de fondos para poder ayudarse tras la fatal pérdida. Puedes apoyar a la causa dando clic aquí.
Ya se han recaudado más de 65 mil dólares
Pero la tarea más difícil de este esposo fue comunicarles a sus pequeños que su madre no podrá estar más a su lado.
“Mami está con Dios ahora, es un angelito y yo los voy a cuidar”, fueron las palabras con las que Wilber explicó a sus pequeños la tragedia.
Seamos respetuosos con el pesar de todas las familias que han perdido a sus seres queridos. La mejor forma de hacerlo es respetar las medidas de seguridad dadas por los especialistas médicos para proteger del coronavirus.
Cuida de ti y tu familia. No bajes la guardia y comparte esta triste noticia con un mensaje de solidaridad a todos los que han perdido a alguien.