Una mujer de 41 años y madre de 2 hijos, aparentemente saludable, de la noche a la mañana se ha visto obligada a que le amputaran las las piernas, la mano derecha y los dedos izquierdos tras desarrollar una sepsis no detectada a tiempo por los médicos.
A Lydia Galbally, de Rayleigh, Essex, le dijeron que estaba sufriendo de asma cuando acudió a su médico de cabecera quejándose de tener tos y jadear durante varias semanas.
Tras quedarse sin aliento y presentar un cuadro de fiebre fue llevada de urgencia al hospital en septiembre del año pasado.
Pero tras una serie de pruebas, el diagnóstico fue devastador. Lo que en realidad tenía era una sepsis, producto de una tuberculosis no tratada.
Lydia pasó durante meses luchando entre la vida y la muerte, lo que incluyó 11 días en coma, mientras batallaba contra una falla multiorgánica, un coágulo en los pulmones y dos drenajes cardíacos de emergencia.
Lydia es madre de un pequeño de 9 y una niña de 11 años.
Permaneció durante 7 semanas y en total aislamiento en el Royal Papworth Hospital, en Cambridge, ya que era uno de los pocos hospitales que ofrecía una máquina para salvar vidas llamada ECMO. Esto utiliza un pulmón artificial para oxigenar la sangre y bombearla alrededor del cuerpo.
Producto de la sepsis varias partes de su cuerpo empezaron a tornarse totalmente negras porque se gangrenaron, por lo que tomó la decisión final de que le amputaran varias extremidades. Las fotos difundidas por su familia son impactantes (no las hemos incluido por discreción).
Tras despertar del coma, descubrió que la punta de su nariz había «muerto» también por la gangrena, pero finalmente se recuperó.
El shock séptico que desarrolló Lydia provocó que su presión arterial bajara tanto que cortó el suministro de sangre a partes de su cuerpo. Los médicos jamás detectaron la tuberculosis a tiempo, tratándola como asma.
«Estoy muy agradecido de decir que mi esposa ha sobrevivido contra todo pronóstico», dijo por su parte, Dan Galbally, el esposo de Lydia.
Las imágenes revelaron que sus manos, sus pies y sus dedos se necrosaron volviéndose totalmente negros. Pero a pesar de todo, logró sobrevivir a su amarga experiencia.
«En un momento durante la primera semana, la mayor parte de su cara se había vuelto moteada de azul / negro, pero afortunadamente esto se invirtió a medida que se redujeron las dosis de los medicamentos, a medida que ganaba fuerza», dijo su esposo.
No quedó claro cómo fue que Lydia contrajo la tuberculosis, pero lo cierto es que probablemente sus pulmones ya no funcionen del todo bien a futuro.
Lydia tuvo su quinta, y con suerte, la última cirugía, el pasado 25 de abril Comenzó su programa de rehabilitación para volver a aprender a caminar después de que las amputaciones de sus piernas la hayan dejado en una silla de ruedas.
«A pesar de los eventos traumáticos y devastadores de los últimos siete meses, es importante para mí poder decirles que Lydia ha sido increíblemente valiente y tiene una mentalidad excepcionalmente fuerte», dijo Dan. «
Ahora necesita fisioterapia y que su casa y su automóvil se adapten a sus necesidades. Su familia está recaudando fondos en una página de GoFundMe.
Esperamos que Lydia encuentre la fortaleza que necesita en sus pequeños para afrontar su nueva situación que le ha cambiado radicalmente la vida. Comparte esta noticia.