Maranda Karna, una madre de Wisconsin decidió hacer algo muy especial para su hijo Thomas con motivo de la llegada de su décimo cumpleaños. La amorosa madre planeó una fiesta e invitó a todos los compañeros de clase del chico, envió un total de 70 invitaciones, pero solo tres de ellos confirmaron su asistencia.
Maranda y su familia estaban totalmente desconsolados, especialmente porque Thomas presenta desde su nacimiento problemas de salud bastante complicados. Tiene autismo y una hernia diafragmática congénita, una condición en la cual su estómago e intestinos migraron a su pecho al nacer.
El diagnóstico fue hecho cuando el niño tenía 4 años, en general su vida es como todos los demás pequeños de su edad y, lógicamente, su madre quería asegurarse de que tuviera una celebración adecuada al cumplir sus 10 años. Lo último que quería era que su dulce y sensible hijo se sintiera rechazado en ese día tan especial de su vida.
Fue entonces que a la mejor amiga de Maranda, Stephanie Lovejoy, se le ocurrió una genial idea. Creó un evento en Facebook en nombre de la familia Karna. La petición era sencilla: como a Thomas le encantan las motocicletas, se preguntó si algún motociclista de la comunidad donde vivían no estaría dispuesto a tomar un poco de su tiempo para reunirse con ellos en el parque para una pequeña celebración.
«Asiste y muéstrale que no es diferente, que es amado tanto como todos los demás», escribió Stephanie.
Stephanie llegó a pensar que tal vez asistirían 20 motociclistas, pero jamás imaginó que cientos de ellos aparecerían ese día para ayudar a celebrar el cumpleaños de un niño de 10 años con autismo
Es cierto que muchos motociclistas no tienen la mejor de las reputaciones. Pero no se debe catalogar a todos de esa manera. En la actualidad hay muchos grupos de hombres y mujeres a quienes simplemente les gusta cuidar sus motocicletas, intercambiar consejos entre sí, y conducir por la ciudad como un club o comunidad de miembros cualquiera.
Un claro ejemplo de esto, son los más de 300 motociclistas que se unieron por esta noble causa y quisieron colaborar con el pequeño Thomas.
«Las palabras no pueden expresar cuánto significa esto para mí y para su papá», dijo Maranda Karna.
Los rudos motociclistas llegaron de todas partes, llevando globos, pasteles, tarjetas y regalos. Thomas incluso consiguió una chaqueta de motociclista y las insignias que lo convirtieron en un miembro más de ellos. La alegría del niño se reflejaba en su rostro y en sus palabras.
«Me hicieron sentir como una de las personas más especiales de la tierra», comentó Thomas.
También se logró recaudar entre los asistentes donativos para la familia, para Autism Speaks, una organización de defensa del autismo en los Estados Unidos que patrocina su investigación, y para la CDH International que es la institución benéfica más grande del mundo para la hernia diafragmática congénita.
La verdad sea dicha, estos ciclistas pueden parecer rudos y duros, pero en realidad, son personas de gran corazón que cuidan de los más necesitados cuando se les convoca.
«Amo a esos motociclistas con corazones de oro. Muchas bendiciones en tu décimo día especial Thomas. Esa es la historia más bonita que he leído en mucho tiempo», dijo un internauta.
Este hermoso acontecimiento nos hace recobrar la fe en la humanidad y pensar en que sí es posible crear un mundo mejor en el que las diferencias no sean un obstáculo y todos podamos convivir de manera amistosa.
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