El cielo se engalanaba cada vez que Marilyn Monroe, el gran ícono del séptimo arte aparecía en escena. Considerada como una de las mujeres más bellas de la Tierra, la verdad es que, como todo mortal era físicamente imperfecta.
Marilyn Monroe, considerada como la mujer más bella de su tiempo, no tenía un cuerpo perfecto
La súper estrella de la gran pantalla no tenía un abdomen plano ni mucho menos definido, sus muslos eran, también, bastante gruesos en relación al resto de su cuerpo.
Sin embargo, eso sí, cada vez que sonreía se iluminaba todo el set de grabación, por tanto, bien le valió el apelativo de ícono del cine y portadora de una belleza sin igual, que quedó inmortalizada en las mentes de varias generaciones.
“Marilyn Monroe era un ser normal, como todos. No tenía un cuerpo perfecto y, sin embargo, enamoraba con su gran belleza”, se lee en un comentario a la publicación viral sobre la mujer más sensual de todos los tiempos.
La Monroe era una mujer sensual y muy genuina, con una actitud frontal ante la vida y hoy, a seis décadas de su muertem la recordamos tal y como si fuese el día de su debut.
Monroe ha pasado a la historia por ser el mayor de los mitos eróticos y culturales del siglo XX
«Esta es Marilyn Monroe, el mayor ícono sexu4l de la historia. Su abdomen no era definido, sus muslos eran muy gruesos, sus brazos no eran delgados, ella tenía estrías y sus senos no eran perfectos. Aún así, la actriz fue considerada una de las más bellas del mundo», dice la publicación.
“Amor propio es aceptarse tal y como eres, lo perfecto es inhumano, las evidencias de esta fotografía hablan por sí solas”, se lee en otro de los comentarios.
Marcó la moda y la estética de toda una época
Por ejemplo, si te preguntas cuál era el tono de cabello que Marilyn Monroe pedía en el salón, te revelamos que se llamaba pillow case white (blanco como funda de almohada, en su traducción al español).
Además, según cuenta la famosa escritora Pamela Keogh, Marilyn se decoloraba el cabello cada tres semanas con varios estilistas que incluían a Pearl Porterfield (también responsable del cabello rubio de Jean Harlow) y a Kenneth Battelle.
En cambio, para lograr esos hermosos labios carnosos, su maquillista aplicaba dos tonos distintos de rojo, uno más oscuro para lograr el volumen en los bordes de los labios, y un tono más claro en el interior.
“Esto nos deja con labios carnosos y rellenos, un consejo que seguimos usando los expertos en maquillaje en la actualidad”, comentó un profesional de la belleza entrevistado.
Fue ella, la espectacular Marilyn Monroe la encargada de popularizar toda esta serie de accesorios dentro de la sociedad de su tiempo. Esa era Marilyn, la rubia eterna, la mujer más deseada, el mayor ícono de estilo y glamur de la historia.