En la vida hay historias que se comparan con las de Hollywood, y de este modo parece suceder con la trama que está viviendo una mujer al descubrir que su esposo, supuesto agente de la CIA, era bígamo.
Mary Turner Thomson, de Edimburgo, creía tener un matrimonio perfecto pero su mundo se vino abajo cuando supo que su marido tenía tres mujeres más y 13 hijos.
La mujer de 53 años estaba casada con William Allen Jordan, un estadounidense. La pareja se conoció a través de Internet y al poco tiempo comenzaron a salir. En ese momento Mary era madre soltera de un pequeño de 9 meses.
“Comenzamos a salir y él realmente me pidió que me casara con él dos semanas después de conocernos. Le dije: ‘No’, pero finalmente nos comprometimos y nos casamos hace cuatro años. Después de seis meses de estar juntos, quedé embarazada, lo cual fue una gran sorpresa porque me dijo que era infértil», comentó Mary Turner.
Para cubrir su vida secreta, el hombre convenció a Mary de que trabajaba como agente de la CIA adscrito al MI5 y debido a eso debía pasar tiempo fuera de casa en operaciones secretas. Durante cuatro años, el hombre mantuvo engañada a la Sra. Turner.
De hecho, en una ocasión la engañó con el supuesto secuestro de su hijo mayor, Robyn. William convenció a Mary de que debía entregar 260.644 dólares para pagar el rescate de un hijo de 19 años que había tenido en una relación anterior.
Sin embargo, después de descubrirse su cuestionable estilo de vida, la mujer también ha puesto en duda que el secuestro haya ocurrido.
Ella dijo: “Pensé que si no les damos dinero, también matarían a los niños. Estaba viviendo en un error abyecto y debíamos pararlo».
Después de años de engaño, la mujer descubrió la verdad gracias a una llamada hecha por otra de sus esposas.
Una segunda Sra. Jordan se puso en comunicación con Mary Turner y dejó al descubierto el engaño: el hombre no era agente de la CIA, sino un bígamo profesional. Además del hijo que tenía con Mart, el hombre tenía 13 hijos más en 3 mujeres distintas.
William Jordan fue encarcelado por cometer bigamia, por tener una pistola paralizante y por cometer estafas, fraudes y otros delitos. Por todos los cargos recibió una condena de cinco años de cárcel.
Sin embargo, el hombre sólo cumplió dos años en prisión debido a una rebaja en la sentencia que logró gracias a su comportamiento. Al quedar en libertad el hombre fue deportado de inmediato a su país de origen.
Un curioso caso de infidelidad que ha desconcertado a muchos. Comparte esta historia y déjanos conocer tu opinión.