En varios países de América Latina la pandemia ha causado estragos, hasta el momento se han registrado en Bolivia 78.793 pacientes contagiados y 3.064 fallecidos.
Pero según las declaraciones de algunos ciudadanos y las imágenes que se han difundido en las redes sociales, la realidad no corresponde a las cifras oficiales.
Desde el pasado mes de abril la policía ha recogido 3.300 cadáveres en viviendas y en las calles, todos han fallecido por síntomas compatibles con la enfermedad del COVID-19.
Los hospitales del país sudamericano se han visto colapsados, miles de personas se quedan sin recibir atención médica tras ser infectadas con el virus.
El sistema sanitario del país no está preparado para enfrentar las consecuencias de la pandemia, un 80% de los fallecidos que la policía ha tenido que recoger en domicilios o en las calles ha muerto por coronavirus.
Recientemente se difundieron las imágenes del cuerpo de un joven en una calle de La Paz.
Los transeúntes miran consternados lo sucedido mientras una mujer se sienta a su lado llamando a la policía para pedir ayuda.
Las brigadas especiales de la ciudad se han visto afectadas, 527 funcionarios se han contagiado de coronavirus. Aseguran que sin saber que los ciudadanos estaban infectados, acudían a cumplir con su responsabilidad levantando los cuerpos a veces sin implementar medidas de seguridad.
El pasado viernes el ministro interino de la Presidencia, Yerko Núñez, anunció un decreto para ampliar el plazo de la cuarentena nacional condicionada hasta el 31 de agosto.
“La curva en este mes de agosto será muy elevada y, por lo tanto, corresponde que podamos mantener la cuarentena según las determinaciones que tomen los gobiernos municipales y los gobiernos departamentales en coordinación con el nivel central del estado”, dijo Núñez.
En Bolivia han declarado estados de emergencia sanitaria y calamidad pública para luchar contra la pandemia ajustando las medidas según el riesgo en cada municipio.
En los últimos días se han registrado los picos más altos de contagio, el pasado 29 de julio hubo 2 mil casos confirmados y 88 fallecidos.
En las principales ciudades bolivianas los centros de salud y los cementerios están colapsados. Incluso hay escasez de oxígeno medicinal, el gobierno intenta tramitar su importación.
La primera semana del pasado mes de julio los ciudadanos denunciaron la presencia del cuerpo de un fallecido de coronavirus en la calle, alegaron que tenía más de siete días en el lugar sin que los organismos pertinentes se hicieran cargo.
Las escenas son desoladoras, esperamos que las autoridades tengan una gestión adecuada para garantizar la protección de los ciudadanos. Comparte esta noticia.