Bajar de peso siempre ha parecido un asunto que implica restringirse el consumo de ciertos alimentos como los postres y golosinas. Sin embargo, un hombre ha demostrado que esto no es del todo cierto después de perder casi la mitad de su peso mientras comió chocolate todas las noches.
Matthew Hughes, de 39 años, vive en Cheshire, Inglaterra, y decidió bajar de peso como propósito en Año Nuevo. Esto, después de ver unas fotografías suyas en la fiesta de un amigo.
Como el hombre no quería que su nueva meta se quedara sólo en ilusiones, prefirió empezar una dieta que se ajustara a sus gustos. Por esa razón no eliminó el chocolate de su vida, sino que comía una barra de galleta con cubierta de chocolate todas las noches.
«Se trata de comprender que puedes comer golosinas siempre y cuando sea una golosina y no algo en lo que te entregues tres o cuatro veces al día”, comentó el Sr. Hughes.
Según explica Matthew, su propósito era emplear el chocolate como incentivo para sí mismo. Durante el día, el hombre llevaba un régimen alimenticio basado en frutas, verduras y cereales pero para mantenerse motivado a continuar con su alimentación saludable se premiaba con una barra de KitKat por las noches.
Los días en los que no cumplía la dieta correctamente, Matthew se autocastigaba y no comía el chocolate que tanto le gusta.
“Puedo decir genuinamente que he comido chocolate para bajar de peso. Me encanta decirle eso a la gente. Cada noche, desde que hice la resolución de Año Nuevo para comenzar a hacer dieta, me he comido un KitKat de cuatro dedos. Esto ha sido genial”, expresó Matthew.
Por increíble que parezca el asunto, la estrategia de Matthew le ha funcionado. El hombre ha logrado bajar casi la mitad de su peso corporal y ha logrado reducir su cintura de 162 cm a sólo 86 cm.
Matthew vive con su pareja Kerrie Murphy, de 37 años, y está feliz por el resultado de su dieta, así que ha decidido contarle su historia al mundo.
Matthew siempre había sido “el chico grande”. Su peso le trajo serios problemas de acoso escolar y ya de adulto no prestó atención a la forma en que se alimentaba. El hombre estaba acostumbrado a consumir comida grasosa y muchos dulces. Diariamente tomaba más de 2 litros de leche y el alcohol también se había convertido en parte de su vida. Además, el Sr. Hughes acostumbraba a emborracharse al menos dos veces por semana. Cada uno de estos hábitos le fueron pasando factura a su salud.
Los dolores de espalda se hicieron algo habitual en su vida y la fatiga se convirtió en su compañía. Matthew tenía dificultades para caminar y toda actividad le provocaba agotamiento. Su peso le afectaba no sólo a nivel de salud sino en su propia autoestima.
“Un día fui a ver jugar a mi equipo de fútbol y casi no pasé por el torniquete. Fue tan embarazoso que no he vuelto desde entonces. Cualquiera pensaría que eso me habría hecho querer cambiar y que ese fue el momento «decisivo», pero estaba en negación. Luego, fui a la fiesta de cumpleaños de un amigo y cuando vi las fotos supe que tenía que cambiar las cosas”, confesó Matthew.
Desde el 2017, el hombre empezó a educarse sobre la comida saludable y cambió la comida rápida por tres platos caseros al día. Además, Matthew asiste al gimnasio cuatro veces por semana, donde realiza una combinación de cardio y levantamiento de pesas para tonificar su cuerpo.
Sin embargo, para él fue su técnica de motivación por medio del chocolate lo que hizo que lograra perder tanto peso. Matthew considera que de no haber sido por la barra de chocolate diaria no hubiese continuado con su dieta.
Matthew Hughes ha querido contar su experiencia al mundo para animar a otras personas a iniciar ese viaje de pérdida de peso comiendo chocolate o algún otro dulce diario. Comparte esta historia y ayuda a transmitir el ejemplo de este hombre.